1- Amarás a Dios sobre todas las cosas.
2- No tomarás el nombre de Dios en vano..
3- Santificarás el día del Señor.
4- Honrarás a tu padre y a tu madre.
5- No matarás.
6- No cometerás actos impuros.
7- No robarás.
8- No levantarás falsos testimonios ni mentirás.
9- No consentirás pensamientos ni deseos impuros.
10- No codiciarás los bienes ajenos.
jueves, 8 de abril de 2010
Oraciones al Señor de las Misericordias (para el dia y la noche)
AL COMENZAR EL DIA
Y otra Hoja más del libro de mi vida!!! Que me traerá el día que empieza? Lo que Tú quieras Señor; pero te pido que aumentes mi Fe para mirarte en todo, dame Esperanza para no desfallecer y caridad para amarte cada día más, para hacerte amar de los que me rodean y para amarte en ellos. Dame paciencia y humildad, desprendimiento y generosidad, dame Señor lo que Tú sabes que me conviene más y que yo no se pedir. Que tenga el corazón alerta, el oído atento, las manos y la mente activa y me halle siempre dispuesto a hacer Tu Santa Voluntad y a cumplir tus mandamientos. Derrama Señor Tus Gracias sobre todos los que amo, especialmente sobre aquellos a quienes no les soy tan grato, concede Tu Paz en nuestras almas y al mundo entero y haz que todos sepamos que Tus Gracias nos las das por medio de la Inmaculada Virgen María, Tu Santísima Madre y Madre Nuestra.
AL TERMINAR EL DÍA
Gracias Señor por todo lo que me diste en este día que termina. Gracias te doy por los días de sol y los nublados y tristes; por las tardes tranquilas y por las noches oscuras. Gracias por la salud y la enfermedad; por las penas y las alegrías. Gracias por todo lo que me prestaste y que luego me pediste. Gracias Señor por la sonrisa amable y por la mano amiga por el amor y por todo lo hermoso y dulce; por las flores y las estrellas; por la existencia de los niños y de las almas buenas. Gracias por la soledad, por el trabajo y por las inquietudes; por las dificultades y las lágrimas, gracias por todo lo que me acercó a Tí. Gracias por Tu presencia en el Sagrario y por la Gracia de Tus Sacramentos. Gracias por haberme conservado la vida y por haberme dado techo, abrigo y sustento. Amén.
Jesús yo confío en Ti
Jesús yo me entrego a Ti
Jesús yo descanso en Ti.
Y otra Hoja más del libro de mi vida!!! Que me traerá el día que empieza? Lo que Tú quieras Señor; pero te pido que aumentes mi Fe para mirarte en todo, dame Esperanza para no desfallecer y caridad para amarte cada día más, para hacerte amar de los que me rodean y para amarte en ellos. Dame paciencia y humildad, desprendimiento y generosidad, dame Señor lo que Tú sabes que me conviene más y que yo no se pedir. Que tenga el corazón alerta, el oído atento, las manos y la mente activa y me halle siempre dispuesto a hacer Tu Santa Voluntad y a cumplir tus mandamientos. Derrama Señor Tus Gracias sobre todos los que amo, especialmente sobre aquellos a quienes no les soy tan grato, concede Tu Paz en nuestras almas y al mundo entero y haz que todos sepamos que Tus Gracias nos las das por medio de la Inmaculada Virgen María, Tu Santísima Madre y Madre Nuestra.
AL TERMINAR EL DÍA
Gracias Señor por todo lo que me diste en este día que termina. Gracias te doy por los días de sol y los nublados y tristes; por las tardes tranquilas y por las noches oscuras. Gracias por la salud y la enfermedad; por las penas y las alegrías. Gracias por todo lo que me prestaste y que luego me pediste. Gracias Señor por la sonrisa amable y por la mano amiga por el amor y por todo lo hermoso y dulce; por las flores y las estrellas; por la existencia de los niños y de las almas buenas. Gracias por la soledad, por el trabajo y por las inquietudes; por las dificultades y las lágrimas, gracias por todo lo que me acercó a Tí. Gracias por Tu presencia en el Sagrario y por la Gracia de Tus Sacramentos. Gracias por haberme conservado la vida y por haberme dado techo, abrigo y sustento. Amén.
Jesús yo confío en Ti
Jesús yo me entrego a Ti
Jesús yo descanso en Ti.
Pasos para la Confesión Sacramental
1-Examen de Consciencia
Oh Santo Espíritu Concédeme la gracia, de acercarme a este Sacramento con las disposiciones necesarias; ilumíname el entendimiento, a fin de que ahora confiese todo aquello que ha molestado a mi Dios; movedme el corazón, a fin de que deteste mis pecados con verdadero y amargo dolor; dirige mis labios, a fin de que los confiese con sinceridad y alcance perdón y misericordia. (Ave María)
Revisar los pecados
2-Contriccion de corazón
Conociendo mis pecados con gran arrepentimiento:
Yo confieso ante Dios Todopoderoso y ante Uds. Hermanos que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión, por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa, por eso ruego a Santa María siempre Virgen, a los Angeles, a los Santos y a vosotros hermanos para que intercedan por mi ante Dios nuestro Señor.
3-Proposito de enmienda
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador Padre y Redentor mío, por ser vos quien sois (Bondad Infinita) y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte ofendido y también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Pero ayudado de vuestra Divina Gracia, propongo firmemente no volver a pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén
4-Decir los pecados al confesor
5-Cumplir la penitencia
Pésame Dios mío y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido, pésame por el infierno que merecí y por el cielo que perdí, pero mucho más me pesa porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como Vos. Antes querría haber muerto que haberte ofendido y propongo firmemente no pecar mas y evitar las ocasiones próximas del pecado.
Oración de las Siervas de la Eucaristía (Akita)
Oración de las siervas de la Eucaristía:
"Sacratísimo Corazón de Jesús, verdaderamente presente en la Sagrada Eucaristía, Yo consagro mi cuerpo y mi alma para que sea enteramente uno con tu corazón que esta siendo sacrificado en todos los altares del mundo y dando alabanza al Padre, rogando por la venida de su Reino. Recibe este humilde ofrecimiento de mi ser. Haz de mí como Tú quieras para la Gloria del Padre y la salvación de las almas. Santísima Madre de Dios, nunca dejes que me separe de tu Divino Hijo. Defiéndeme y protégeme como hijo tuyo. Amen".
Aquéllos que ponen su confianza en mí serán salvos
El mundo actual hiere al Sacratísimo Corazón de Jesús con sus ingratitudes y sus ultrajes
-Rezar en reparación por los pecados de la humanidad.
-Rezar mucho por el Papa, por los Obispos y los Sacerdotes.
-Tener en gran estima la devoción a la preciosísima sangre de Cristo.
-Deseo, con mi Hijo, almas que reparen, con sus sufrimientos y su pobreza, por los pecadores y los ingratos.
-Oración, Penitencia y Sacrificios animosos pueden suavizar la ira del Padre. Lo deseo también de tu comunidad, que amen la pobreza, que se santifiquen, y recen en reparación de la ingratitud y los ultrajes de tantos hombres. Rezad la oración de las Siervas de la Eucaristía meditando su significado, ponedla en practica. Ofrecedla en reparación de los pecados. Que cada una se esfuerce según su capacidad y oficio, ofreciéndose enteramente al Señor.
-Es verdad lo que piensas en tu corazón? ¿Estás verdaderamente decidida a convertirte en piedra rechazada? Mi novicia, ¿deseas pertenecer sin reservas al Señor, ser la Esposa digna del Esposo, hacer tus votos sabiendo que debes ser adherida a la Cruz con tres clavos? Estos clavos son: pobreza, castidad y obediencia. De los tres, la obediencia es el fundamento. En total abandono, déjate guiar por tu superior. El sabrá como entenderte y dirigirte
"Sacratísimo Corazón de Jesús, verdaderamente presente en la Sagrada Eucaristía, Yo consagro mi cuerpo y mi alma para que sea enteramente uno con tu corazón que esta siendo sacrificado en todos los altares del mundo y dando alabanza al Padre, rogando por la venida de su Reino. Recibe este humilde ofrecimiento de mi ser. Haz de mí como Tú quieras para la Gloria del Padre y la salvación de las almas. Santísima Madre de Dios, nunca dejes que me separe de tu Divino Hijo. Defiéndeme y protégeme como hijo tuyo. Amen".
Aquéllos que ponen su confianza en mí serán salvos
El mundo actual hiere al Sacratísimo Corazón de Jesús con sus ingratitudes y sus ultrajes
-Rezar en reparación por los pecados de la humanidad.
-Rezar mucho por el Papa, por los Obispos y los Sacerdotes.
-Tener en gran estima la devoción a la preciosísima sangre de Cristo.
-Deseo, con mi Hijo, almas que reparen, con sus sufrimientos y su pobreza, por los pecadores y los ingratos.
-Oración, Penitencia y Sacrificios animosos pueden suavizar la ira del Padre. Lo deseo también de tu comunidad, que amen la pobreza, que se santifiquen, y recen en reparación de la ingratitud y los ultrajes de tantos hombres. Rezad la oración de las Siervas de la Eucaristía meditando su significado, ponedla en practica. Ofrecedla en reparación de los pecados. Que cada una se esfuerce según su capacidad y oficio, ofreciéndose enteramente al Señor.
-Es verdad lo que piensas en tu corazón? ¿Estás verdaderamente decidida a convertirte en piedra rechazada? Mi novicia, ¿deseas pertenecer sin reservas al Señor, ser la Esposa digna del Esposo, hacer tus votos sabiendo que debes ser adherida a la Cruz con tres clavos? Estos clavos son: pobreza, castidad y obediencia. De los tres, la obediencia es el fundamento. En total abandono, déjate guiar por tu superior. El sabrá como entenderte y dirigirte
Oración de Perdón (Indispensable)
Se inicia llevando a los pies de la Cruz de Jesús a la persona a la que se va a perdonar, se trata de revivir las situaciones dolorosas que nos hizo pasar, tratar de sentir el dolor, la frustración, el miedo, etc. para que amplificando esos sentiemintos dolorosos se pueda perdonar con consciencia de que es lo que se está perdonando.
ORACIÓN DE PERDÓN
(Hacerla en voz alta)
EN EL NOMBRE DE JESUCRISTO, YO (di tu nombre completo) PERDONO A: (di el nombre de la persona a quien vas a perdonar)
TE PERDONO POR TODA OFENSA, HUMILLACIÓN, ENVIDIA, MALDICIÓN Y RECHAZO. TE PERDONO POR LOS PLEITOS, INSULTOS, ABANDONOS, GOLPES Y RENCORES, TE PERDONO POR TU ALCOHOLISMO, POR LAS INFIDELIDADES Y MENTIRAS.
TE PERDONO POR NO CUMPLIR LO PROMETIDO, POR TUS CHISMES Y CALUMNIAS.
TE PERDONO POR TODA FALTA DE AMOR, CONSIDERACION Y CARIDAD.
(RESPIRA PROFUNDAMENTE Y MENCIONA TODO LO QUE ESA PERSONA QUE ESTAS PERDONANDO TE HIZO SENTIR)
EN EL NOMBRE DE JESÚS: YO TE PERDONO. EN EL CORAZÓN DE JESÚS: YO TE PERDONO. EN LA MISERICORDIA DE JESÚS: YO TE PERDONO, TE BENDIGO Y DESATO TODO LAZO DE RENCOR ENTRE TU Y YO
DELANTE DE DIOS TE DECLARO INOCENTE Y LIBRE, YA NO ME DEBES NADA, LE PIDO A JESÚS QUE TE AME PROFUNDAMENTE, TE LLENE DE PAZ Y SE MANIFIESTE EN TI CON ABUNDANCIA DE BIENES ESPIRITUALES Y MATERIALES.
AMÉN, AMÉN, AMÉN
ORACIÓN DE PERDÓN
(Hacerla en voz alta)
EN EL NOMBRE DE JESUCRISTO, YO (di tu nombre completo) PERDONO A: (di el nombre de la persona a quien vas a perdonar)
TE PERDONO POR TODA OFENSA, HUMILLACIÓN, ENVIDIA, MALDICIÓN Y RECHAZO. TE PERDONO POR LOS PLEITOS, INSULTOS, ABANDONOS, GOLPES Y RENCORES, TE PERDONO POR TU ALCOHOLISMO, POR LAS INFIDELIDADES Y MENTIRAS.
TE PERDONO POR NO CUMPLIR LO PROMETIDO, POR TUS CHISMES Y CALUMNIAS.
TE PERDONO POR TODA FALTA DE AMOR, CONSIDERACION Y CARIDAD.
(RESPIRA PROFUNDAMENTE Y MENCIONA TODO LO QUE ESA PERSONA QUE ESTAS PERDONANDO TE HIZO SENTIR)
EN EL NOMBRE DE JESÚS: YO TE PERDONO. EN EL CORAZÓN DE JESÚS: YO TE PERDONO. EN LA MISERICORDIA DE JESÚS: YO TE PERDONO, TE BENDIGO Y DESATO TODO LAZO DE RENCOR ENTRE TU Y YO
DELANTE DE DIOS TE DECLARO INOCENTE Y LIBRE, YA NO ME DEBES NADA, LE PIDO A JESÚS QUE TE AME PROFUNDAMENTE, TE LLENE DE PAZ Y SE MANIFIESTE EN TI CON ABUNDANCIA DE BIENES ESPIRITUALES Y MATERIALES.
AMÉN, AMÉN, AMÉN
Oración de Entrega
Señor Jesucristo te necesito, te confieso mi incapacidad de dirigir mi vida por tus caminos de justicia. No quiero fracasar más y por eso hoy tomo la decisión de seguirte y lo hago libre, consciente y voluntariamente delante de testigos. Jesucristo yo creo en Ti, creo que eres el Hijo de Dios Padre. Hoy te abro mi corazón y te entrego todo lo que soy y lo que tengo. Te invito a que entres en mí y seas el rey de mi vida. Te conozco como mi único Salvador, mi único Señor. Ven a dirigir mi vida y no permitas que me aleje de ti. Gracias Señor, junto con todos los que te aman, cantaré tu Gloria y seré tu testigo. Señor yo creo que la Biblia es tu Palabra Viva, y luchare con toda mi voluntad para obedecer tus mandamientos y enseñanzas, ser fiel a su lectura diario y enseñarla a otros si Tu me lo permites. Al aceptarte hoy, he nacido de nuevo y he venido a ser piedra viva de tu iglesia, que es Tu Cuerpo.
Gracias Señor, Amén.
Gracias Señor, Amén.
Oración de Abandono - Padre Ignacio Larrañaga
Oración de Abandono
Padre, en tus manos me pongo. Haz de mí lo que quieras. Por todo lo que hagas de mí, te doy gracias.
Estoy dispuesto a todo, lo acepto todo con tal que Tu voluntad se haga en mí y en todas tus criaturas. No deseo nada más, Dios mío.
Pongo mi alma en Tus manos, te la doy, Dios mío, con todo el ardor de mi corazón porque te amo, y es para mí una necesidad de amor el darme, el entregarme entre Tus manos sin medida, con infinita confianza, porque Tú eres mi Padre. Amén.
Padre, en tus manos me pongo. Haz de mí lo que quieras. Por todo lo que hagas de mí, te doy gracias.
Estoy dispuesto a todo, lo acepto todo con tal que Tu voluntad se haga en mí y en todas tus criaturas. No deseo nada más, Dios mío.
Pongo mi alma en Tus manos, te la doy, Dios mío, con todo el ardor de mi corazón porque te amo, y es para mí una necesidad de amor el darme, el entregarme entre Tus manos sin medida, con infinita confianza, porque Tú eres mi Padre. Amén.
Oración a San Miguel Arcángel
Oración a San Miguel Arcángel:
San Miguel arcángel, defiéndenos en la batalla; contra las maldades y las insidias del diablo sé nuestra ayuda. Te lo rogamos suplicantes: ¡que el Señor lo ordene! Y tú, príncipe de las milicias celestiales, con el poder que te viene de Dios, vuelve a lanzar al infierno a Satanás y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para perdición de las almas.
San Miguel arcángel, defiéndenos en la batalla; contra las maldades y las insidias del diablo sé nuestra ayuda. Te lo rogamos suplicantes: ¡que el Señor lo ordene! Y tú, príncipe de las milicias celestiales, con el poder que te viene de Dios, vuelve a lanzar al infierno a Satanás y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para perdición de las almas.
Oración a San Judas Tadeo
ORACIÓN A SAN JUDAS TADEO
Santo Apóstol San Judas Tadeo, fiel siervo y amigo de Jesús, la Iglesia te honra e invoca universalmente como el patrón de los casos difíciles y desesperados, ruega por mí, estoy sin ayuda y tan solo. Haz uso, te imploro del privilegio especial a ti concedido de socorrer pronto y visiblemente cuando casi se ha perdido toda la esperanza. Ven en mi ayuda en esta gran necesidad, para que pueda recibir el consuelo y el socorro del cielo en todas mis necesidades, tribulaciones y sufrimientos, particularmente en (….) y para que pueda alabar a Dios contigo y con todos los elegidos por siempre. Prometo glorioso San Judas, nunca olvidarme de este gran favor, honrarte siempre como a mi especial y poderoso patrono y con gran agradecimiento hacer todo lo que pueda para fomentar tu devoción. Amén.
Glorioso San Judas Tadeo, sembrador de milagros, póstrate ante el trono de la Divina Misericordia y no te apartes de ahí mientras no me hayas concedido esta gracia que te pido (…)
Santo Apóstol San Judas Tadeo, fiel siervo y amigo de Jesús, la Iglesia te honra e invoca universalmente como el patrón de los casos difíciles y desesperados, ruega por mí, estoy sin ayuda y tan solo. Haz uso, te imploro del privilegio especial a ti concedido de socorrer pronto y visiblemente cuando casi se ha perdido toda la esperanza. Ven en mi ayuda en esta gran necesidad, para que pueda recibir el consuelo y el socorro del cielo en todas mis necesidades, tribulaciones y sufrimientos, particularmente en (….) y para que pueda alabar a Dios contigo y con todos los elegidos por siempre. Prometo glorioso San Judas, nunca olvidarme de este gran favor, honrarte siempre como a mi especial y poderoso patrono y con gran agradecimiento hacer todo lo que pueda para fomentar tu devoción. Amén.
Glorioso San Judas Tadeo, sembrador de milagros, póstrate ante el trono de la Divina Misericordia y no te apartes de ahí mientras no me hayas concedido esta gracia que te pido (…)
Oracion a la Llaga del Hombro de Jesús
Preguntando San Bernardo al Divino Redentor, cuál fue el dolor que más sufrió y más desconocido por los hombres, Jesús le respondió: Yo tenía una Llaga profundísima en el hombro sobre el cual cargué mi pesada Cruz; esa era la Llaga más dolorosa de todas. Los hombres no la conocen, Honrad pues, esta Llaga y haré todo lo que por ella pidas.
ORACION A LA SAGRADA LLAGA DEL HOMBRO DE JESUS
Oh Amado Jesús, manso Cordero de Dios, a pesar de ser yo una criatura miserable y pecadora, te adoro y venero la Llaga causada por el peso de vuestra Cruz, que abriendo vuestras carnes desnudó los huesos de vuestro Hombro Sagrado y de la cual vuestra Madre dolorosa tanto se compadeció. También yo, oh carísimo Jesús, me compadezco de Vos y desde el fondo de mi corazón te glorifico, te agradezco por esta Llaga dolorosa de vuestro Hombro, en la que quisiste cargar vuestra Cruz por mi Salvación. ¡Oh!, por los sufrimientos que padeciste y que aumentaron el enorme peso de vuestra Cruz, ruégote con mucha humildad ten piedad de mí, pobre criatura pecadora, perdonad mis pecados y conducidme al cielo por el camino de la Cruz.
Se rezan 7 Ave Marías y se agrega:
Madre Santísima imprime en mi corazón las Llagas de Jesús Cristo Crucificado!
Indulgencia de 300 días cada vez:
¡Oh Dulcísimo Jesús, no seas mi Juez, si mi Salvador!
Indulgencia de 100 días cada vez:
Quien quiera obtener gracias del Corazón de Jesús, prometa difundir esta devoción
A JESÚS POR MARÍA
ORACION A LA SAGRADA LLAGA DEL HOMBRO DE JESUS
Oh Amado Jesús, manso Cordero de Dios, a pesar de ser yo una criatura miserable y pecadora, te adoro y venero la Llaga causada por el peso de vuestra Cruz, que abriendo vuestras carnes desnudó los huesos de vuestro Hombro Sagrado y de la cual vuestra Madre dolorosa tanto se compadeció. También yo, oh carísimo Jesús, me compadezco de Vos y desde el fondo de mi corazón te glorifico, te agradezco por esta Llaga dolorosa de vuestro Hombro, en la que quisiste cargar vuestra Cruz por mi Salvación. ¡Oh!, por los sufrimientos que padeciste y que aumentaron el enorme peso de vuestra Cruz, ruégote con mucha humildad ten piedad de mí, pobre criatura pecadora, perdonad mis pecados y conducidme al cielo por el camino de la Cruz.
Se rezan 7 Ave Marías y se agrega:
Madre Santísima imprime en mi corazón las Llagas de Jesús Cristo Crucificado!
Indulgencia de 300 días cada vez:
¡Oh Dulcísimo Jesús, no seas mi Juez, si mi Salvador!
Indulgencia de 100 días cada vez:
Quien quiera obtener gracias del Corazón de Jesús, prometa difundir esta devoción
A JESÚS POR MARÍA
Oraciones de Santa Brígida
ORACIONES DE NUESTRO SEÑOR - SANTA BRIGIDA
(Rezar a diario por un año)
Primera Oración
¡Oh Jesucristo, sois la eterna dulzura de todos los que os aman; la alegría que sobrepasa todo gozo y deseo; la salvación y esperanza de todos los pecadores! Habéis manifestado no tener mayor deseo que el de permanecer en medio de los hombres, en la tierra. Los amáis hasta el punto de asumir la naturaleza humana, en la plenitud de los tiempos, por amor a ellos. Acordaos de todos los sufrimientos que habéis soportado desde el instante de vuestra Concepción y especialmente durante vuestra Sagrada Pasión; tal como fue decretado y ordenado desde toda la eternidad, según el plan divino.
Acordaos, Oh Señor, que durante la última cena con vuestros discípulos les lavasteis los pies; y después, les disteis vuestro Sacratísimo Cuerpo y vuestra Sangre Preciosísima. Luego, confortándolos con dulzura, les anunciasteis vuestra próxima Pasión.
Acordaos de la tristeza y amargura que habéis experimentado en vuestra Alma, como Vos mismo lo afirmasteis, diciendo: "Mi Alma está triste hasta la muerte".
Acordaos de todos los temores, las angustias y los dolores que habéis soportado en vuestro Sagrado Cuerpo antes del suplicio de la crucifixión. Después de haber orado tres veces, todo bañado de sudor sangriento, fuisteis traicionado por vuestro discípulo, Judas; apresado por los habitantes de una nación que habíais escogido y enaltecido. Fuisteis acusado por falsos testigos e injustamente juzgado por tres jueces; todo lo cual sucedió en la flor de vuestra madurez, y en la solemne estación pascual.
Acordaos que fuisteis despojado de vuestra propia vestidura, y revestido con manto de irrisión. Os cubrieron los Ojos y la Cara infligiéndoos bofetadas. Después, coronándoos de espinas, pusieron en vuestras manos una caña. Finalmente, fuisteis atado a la columna, desgarrado con azotes, y agobiado de oprobios y ultrajes.
En memoria de todas estas penas y dolores, que habéis soportado antes de vuestra Pasión en la Cruz, concededme, antes de morir, una contrición verdadera, una confesión sincera y completa, adecuada satisfacción, y la remisión de todos mis pecados. Amén. - Padrenuestro... Ave María...
Segunda Oración
¡Oh Jesús, verdadera libertad de los ángeles y paraíso de delicias! Acordaos del horror y la tristeza con que fuisteis oprimido, cuando vuestros enemigos, como leones furiosos, os rodearon con miles de injurias: salivazos, bofetadas, laceraciones, arañazos y otros suplicios inauditos. Os atormentaron a su antojo. En consideración a estos tormentos y a las palabras injuriosas os suplico --¡Oh mi Salvador, y Redentor!-- que me libréis de todos mis enemigos visibles e invisibles y que bajo Vuestra protección, hagáis que yo alcance la perfección de la salvación eterna. Amén.
- Padrenuestro... Ave María...
Tercera Oración
¡Oh Jesús, Creador del Cielo y de la Tierra, al que nada puede contener ni limitar! Vos abarcáis todo y todo es sostenido bajo vuestra amorosa potestad. Acordaos del dolor muy amargo que sufristeis cuando los judíos, con gruesos clavos cuadrados, golpe a golpe clavaron vuestras Sagradas Manos y Pies a la Cruz. Y, no viéndoos en un estado suficientemente lamentable para satisfacer su furor, agrandaron vuestras Llagas, agregando dolor sobre dolor. Con indescriptible crueldad, extendieron vuestro Cuerpo en la Cruz y, a fuerza de jalones y de violentos estirones, en todas direcciones, dislocaron vuestros Huesos.
¡Oh Jesús!, en memoria de este santo dolor que habéis soportado con tanto amor en la Cruz, os suplico me concedáis la gracia de temeros y amaros. Amén. - Padrenuestro... Ave María...
Cuarta Oración
¡Oh Jesús, Médico Celestial, elevado en la Cruz para curar nuestras llagas con las Vuestras! Acordaos de las contusiones y los desfallecimientos que habéis sufrido en todos vuestros Miembros, que fueron distendidos a tal grado que no ha habido dolor semejante al vuestro. Desde la cabeza hasta la planta de los pies, ninguna parte de vuestro Cuerpo estaba exenta de tormentos. Sin embargo, olvidando todos vuestros sufrimientos, no dejasteis de pedir por vuestros enemigos a vuestro Padre Celestial, diciéndole: "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen".
Por esta inmensa misericordia, y en memoria de estos sufrimientos, os hago esta súplica: conceded que el recuerdo de vuestra muy amarga Pasión, nos alcance una perfecta contrición, y la remisión de todos nuestros pecados. Amén. - Padrenuestro... Ave María...
Quinta Oración
¡Oh Jesús, espejo del Resplandor Eterno! Acordaos de la tristeza aguda que habéis sentido al contemplar con anticipación las almas que habían de condenarse. A la luz de vuestra Divinidad habéis vislumbrado la predestinación de aquellos que se salvarían mediante los méritos de Vuestra Sagrada Pasión. Simultáneamente habéis contemplado tristemente la inmensa multitud de réprobos que serían condenados por sus pecados; y os habéis quejado amargamente de esos desesperados, perdidos y desgraciados pecadores.
Por este abismo de compasión y piedad, y principalmente por la bondad que demostrasteis hacia el buen ladrón, diciéndole: "Hoy estarás conmigo en el Paraíso", hago esta súplica, Dulce Jesús. Os pido que a la hora de mi muerte tengáis misericordia de mí. Amén. - Padrenuestro... Ave María...
Sexta Oración
¡Oh Jesús, Rey infinitamente amado y deseado! Acordaos del dolor que habéis sufrido cuando, desnudo y como un criminal común y corriente, fuisteis clavado y elevado en la Cruz. También fuisteis abandonado de todos vuestros parientes y amigos, con la excepción de vuestra muy amada Madre. En vuestra agonía, Ella permaneció fiel junto a Vos. Luego, la encomendasteis a vuestro fiel discípulo, Juan, diciendo a Maria: "Mujer, he aquí a tu hijo!" Y a Juan: "¡He aquí a tu Madre!"
Os suplico --¡Oh mi Salvador!-- por la espada de dolor que entonces traspasó el alma de vuestra Santísima Madre, que tengáis compasión de mí. Y, en todas mis aflicciones y tribulaciones, tanto corporales como espirituales, tened piedad de mí. Asistidme en todas mis pruebas, y especialmente en la hora de mi muerte. Amén. - Padrenuestro... Ave María...
Séptima Oración
¡Oh Jesús, inagotable Fuente de compasión, ten compasión de mí! En profundo gesto de amor, habéis exclamado en la Cruz: "Tengo sed" Era sed por la salvación del género humano. ¡Oh mi Salvador! Os ruego que inflaméis nuestros corazones con el deseo de dirigirnos a la perfección, en todas nuestras obras. Extinguid en nosotros la concupiscencia carnal y el ardor de los apetitos mundanos. Amén. - Padrenuestro... Ave María...
Octava Oración
¡Oh Jesús, dulzura de los corazones y deleite del espíritu! Por el vinagre y la hiel amarga que habéis probado en la Cruz, por amor a nosotros, oíd nuestros ruegos. Concedednos la gracia de recibir dignamente vuestro Sacratísimo Cuerpo y Sangre Preciosísima durante nuestra vida, y también a la hora de la muerte, para servir de remedio y consuelo a nuestras almas. Amén.
- Padrenuestro... Ave María...
Novena Oración
¡Oh Jesús, virtud real y gozo del alma! Acordaos del dolor que habéis sentido, sumergido en un océano de amargura, al acercarse la muerte, insultado y ultrajado por los judíos. Clamasteis en voz alta que habíais sido abandonado por Vuestro Padre Celestial, diciéndole: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?". Por esta angustia, os suplico --¡Oh mi Salvador!-- que no me abandonéis en los terrores y dolores de mi muerte. Amén. - Padrenuestro... Ave María...
Décima Oración
¡Oh Jesús, principio y fin de todas las cosas, sois la Vida y la Virtud plena! Acordaos que por causa nuestra fuisteis sumergido en un abismo de penas, sufriendo dolor desde la planta de los pies hasta la coronilla de la cabeza. En consideración a la enormidad de vuestras llagas, enseñadme a guardar, por puro amor a vos, todos vuestros Mandamientos, cuyo camino en vuestra Ley Divina es amplio y agradable para aquellos que os aman. Amén. - Padrenuestro... Ave María...
Undécima Oración
¡Oh Jesús, abismo muy profundo de Misericordia! En memoria de las llagas que penetraron hasta la médula de vuestros Huesos y Entrañas para atraerme hacia Vos, presento esta súplica. Yo, miserable pecador, profundamente sumergido en mis ofensas, pido que me apartéis del pecado. Ocultadme de vuestro Rostro tan justamente irritado contra mí. Escondedme en los huecos de vuestras Llagas hasta que vuestra cólera y justísima indignación hayan cesado. Amén.
- Padrenuestro... Ave María...
Duodécima Oración
¡Oh Jesús, Espejo de la Verdad, Sello de la Unidad y Vínculo de la Caridad! Acordaos de la multitud de Llagas con que fuisteis herido, desde la Cabeza hasta los Pies. Esas Llagas fueron laceradas y enrojecidas --¡Oh dulce Jesús!-- por la efusión de vuestra adorable Sangre. ¡Oh, qué dolor tan grande y repleto habéis sufrido por amor a nosotros, en vuestra Carne virginal! ¡Dulcísimo Jesús! ¿Qué hubisteis de hacer por nosotros que no hayáis hecho? Nada falta. ¡Todo lo habéis cumplido! ¡Oh amable y adorable Jesús! Por el fiel recuerdo de vuestra Pasión, que el Fruto meritorio de vuestros sufrimientos sea renovado en mi alma. Y que en mi corazón, vuestro Amor aumente cada día hasta que llegue a contemplaros en la eternidad. ¡Oh Amabilísimo Jesús! Vos sois el Tesoro de toda alegría y dicha verdadera, que os pido me concedáis en el Cielo. Amén.
- Padrenuestro... Ave María...
Decimotercera Oración
¡Oh Jesús, fuerte León, Rey inmortal e invencible! Acordaos del inmenso dolor que habéis sufrido cuando, agotadas todas vuestras fuerzas, tanto morales como físicas, inclinasteis la Cabeza y dijisteis: "Todo está consumado". Por esta angustia y dolor, os suplico, Señor Jesús, que tengáis piedad de mí en la hora de mi muerte cuando mi mente esté tremendamente perturbada y mi alma sumergida en angustia. Amén. - Padrenuestro... Ave María...
Decimocuarta Oración
¡Oh Jesús, único Hijo del Padre Celestial, esplendor y semejanza de su Esencia! Acordaos de la sencilla y humilde recomendación que hicisteis de vuestra Alma, a vuestro Padre Eterno, diciéndole: "¡Padre en Tus Manos encomiendo Mi Espíritu!" Desgarrado vuestro Cuerpo, destrozado vuestro Corazón, y abiertas las Entrañas de vuestra Misericordia para redimirnos, habéis expirado. Por vuestra Preciosa Muerte, os suplico --¡Oh Rey de los santos!-- confortadme. Socorredme para resistir al demonio, a la carne y al mundo, a fin de que, estando muerto al mundo, viva yo solamente para Vos. Y, a la hora de mi muerte, recibid mi alma peregrina y desterrada que regresa a Vos. Amén. - Padrenuestro... Ave María...
Decimoquinta Oración
¡Oh Jesús, verdadera y fecunda Vid! Acordaos de la abundante efusión de Sangre que tan generosamente habéis derramado de vuestro Sagrado Cuerpo. Vuestra preciosa Sangre fue derramada como el jugo de la uva bajo el lagar.
De vuestro Costado, perforado con la lanza por un soldado, ha brotado Sangre y Agua, hasta no quedar en vuestro Cuerpo gota alguna. Finalmente, como un haz de mirra, elevado a lo alto de la Cruz, la muy fina y delicada Carne vuestra fue destrozada; la substancia de vuestro Cuerpo fue marchitada y disecada la médula de vuestros Huesos. Por esta amarga Pasión, y por la efusión de vuestra preciosa Sangre, os suplico --¡Oh dulcísimo Jesús!-- que recibáis mi alma, cuando yo esté sufriendo en la agonía de mi muerte. Amén. - Padrenuestro... Ave María...
Santa Brígida, escribió: "Mi amado hermano, yo estaba sumergida en las más grandes amarguras de la vida. El dolor, la enfermedad, la pobreza y el abandono me afligían. Con amor, cada tarde leí estas Oraciones, mi vida ha sido transformada milagrosamente y el Señor, fiel a sus promesas, me ha colmado de gozo, bienestar, riqueza y consuelo. Lo que Jesús ha hecho por mí, miserable pecadora, lo hará también por ti, mi amado hermano. Lee cada día estas oraciones".
PROMESAS DE JESÚS
Dado que hacía mucho tiempo que Brígida deseaba saber el número de los golpes que nuestro Señor había recibido durante su Pasión, un día Él se le apareció diciéndole: «Hija mía, he recibido 5480 golpes sobre mi cuerpo. Si tú quieres honrarlos dirás 15 Padrenuestros y 15 Ave Marías con las oraciones siguientes (que le enseñó) durante un año. Pasado el año, tú me habrás honrado por cada una de mis llagas».
Y añadió: «Quienquiera que rece estas oraciones durante un año tendrá estos beneficios":
1 - Liberará del Purgatorio a 15 almas de su estirpe. 2 - 15 justos de su estirpe serán confirmados y conservados en gracia 3 - 15 pecadores de su estirpe se convertirán. 4 - La persona que las rece llegará al mayor grado de perfección. 5 - 15 días antes de morir recibirá mi precioso Cuerpo de modo que será liberado del hambre eterno y beberá mi preciosa Sangre para que no tenga sed en la eternidad. 6 - 15 días antes de morir tendrá una contrición amarga de todos sus pecados y un perfecto conocimiento de ellos. 7 - Pondré el signo de mi Cruz victorioso ante ella para socorrerla y defenderla contra los ataques de sus enemigos. 8 - Antes de su muerte yo vendré a ella con mi amada Madre. 9 - Recibiré con bondad su alma y la llevaré a los gozos eternos. 10 – Y, conduciéndola hasta allá le daré, con singular trato, a beber de la fuente de mi divinidad; cosa que no haré con aquellos que no hayan recitado estas Oraciones 11 - Necesitas saber que a quienquiera que haya vivido durante 30 años en pecado mortal y diga devotamente estas Oraciones o se haya propuesto hacerlo, yo le perdonaré todos sus pecados. 12 - Lo defenderé de las tentaciones. 13 - Le conservaré sus 5 sentidos. 14 - Lo preservaré de la muerte repentina. 15 - Salvaré su alma de las penas eternas. 16 - Obtendrá todo lo que pidiera a Dios y a la Santa Virgen María. 17 - Si hubiera vivido siempre según su propia voluntad y debiera de morir mañana, su vida se prolongará. 18 - Todas las veces que rezare estas oraciones ganará la indulgencia parcial. 19 - Estará seguro de estar junto al coro de los Ángeles. 20 - Si alguien las enseñara a otro, tendrá gozo y mérito sin fin, estables sobre la tierra y eternamente en Cielo. 21 - Donde fueran pronunciadas estas oraciones, Dios estará presente con su gracia».
Todos estos privilegios fueron prometidos a Santa Brígida desde una imagen de nuestro Señor Jesucristo Crucificado, a condición de que ella rezase todos los días estas oraciones, y son también prometidos a todos aquellos que las recen devotamente cada día durante el período de un año.
APROBACIONES
El Papa Urbano VI animó a multiplicar los ejemplares de las revelaciones de Santa Brígida que se disputaban los reyes, soberanos, obispos, universitarios, conventos y bibliotecas. Los libros que contienen estas oraciones y las promesas han sido aprobados por un gran número de prelados, entre ellos el cardenal Giraud, de Cambrai, en 1845 y Monseñor Florián, Arzobispo de Tolosa, en 1863. La colección de los pequeños libros donde se hallan estas oraciones fue bendecida por el Papa Pio IX el 21 de mayo de 1862. Finalmente, esta colección ha sido especialmente recomendada por el gran congreso de Malinas, el 22 de agosto de 1863. Aquellos que visitan la basílica de San Pablo en Roma, pueden ver el Crucifijo de tamaño natural, esculpido por Pedro Cavallini, frente al cual se arrodillaba Santa Brígida y la inscripción que está allí: "Pendentis de los verbos de |accepit| de áura de |accipit| de |at| de |verbum| de cuerdas Brigitta Deum. Año de |jubilei| MCCCL" que recuerda el prodigio del crucifijo que habló a Brígida.
(Rezar a diario por un año)
Primera Oración
¡Oh Jesucristo, sois la eterna dulzura de todos los que os aman; la alegría que sobrepasa todo gozo y deseo; la salvación y esperanza de todos los pecadores! Habéis manifestado no tener mayor deseo que el de permanecer en medio de los hombres, en la tierra. Los amáis hasta el punto de asumir la naturaleza humana, en la plenitud de los tiempos, por amor a ellos. Acordaos de todos los sufrimientos que habéis soportado desde el instante de vuestra Concepción y especialmente durante vuestra Sagrada Pasión; tal como fue decretado y ordenado desde toda la eternidad, según el plan divino.
Acordaos, Oh Señor, que durante la última cena con vuestros discípulos les lavasteis los pies; y después, les disteis vuestro Sacratísimo Cuerpo y vuestra Sangre Preciosísima. Luego, confortándolos con dulzura, les anunciasteis vuestra próxima Pasión.
Acordaos de la tristeza y amargura que habéis experimentado en vuestra Alma, como Vos mismo lo afirmasteis, diciendo: "Mi Alma está triste hasta la muerte".
Acordaos de todos los temores, las angustias y los dolores que habéis soportado en vuestro Sagrado Cuerpo antes del suplicio de la crucifixión. Después de haber orado tres veces, todo bañado de sudor sangriento, fuisteis traicionado por vuestro discípulo, Judas; apresado por los habitantes de una nación que habíais escogido y enaltecido. Fuisteis acusado por falsos testigos e injustamente juzgado por tres jueces; todo lo cual sucedió en la flor de vuestra madurez, y en la solemne estación pascual.
Acordaos que fuisteis despojado de vuestra propia vestidura, y revestido con manto de irrisión. Os cubrieron los Ojos y la Cara infligiéndoos bofetadas. Después, coronándoos de espinas, pusieron en vuestras manos una caña. Finalmente, fuisteis atado a la columna, desgarrado con azotes, y agobiado de oprobios y ultrajes.
En memoria de todas estas penas y dolores, que habéis soportado antes de vuestra Pasión en la Cruz, concededme, antes de morir, una contrición verdadera, una confesión sincera y completa, adecuada satisfacción, y la remisión de todos mis pecados. Amén. - Padrenuestro... Ave María...
Segunda Oración
¡Oh Jesús, verdadera libertad de los ángeles y paraíso de delicias! Acordaos del horror y la tristeza con que fuisteis oprimido, cuando vuestros enemigos, como leones furiosos, os rodearon con miles de injurias: salivazos, bofetadas, laceraciones, arañazos y otros suplicios inauditos. Os atormentaron a su antojo. En consideración a estos tormentos y a las palabras injuriosas os suplico --¡Oh mi Salvador, y Redentor!-- que me libréis de todos mis enemigos visibles e invisibles y que bajo Vuestra protección, hagáis que yo alcance la perfección de la salvación eterna. Amén.
- Padrenuestro... Ave María...
Tercera Oración
¡Oh Jesús, Creador del Cielo y de la Tierra, al que nada puede contener ni limitar! Vos abarcáis todo y todo es sostenido bajo vuestra amorosa potestad. Acordaos del dolor muy amargo que sufristeis cuando los judíos, con gruesos clavos cuadrados, golpe a golpe clavaron vuestras Sagradas Manos y Pies a la Cruz. Y, no viéndoos en un estado suficientemente lamentable para satisfacer su furor, agrandaron vuestras Llagas, agregando dolor sobre dolor. Con indescriptible crueldad, extendieron vuestro Cuerpo en la Cruz y, a fuerza de jalones y de violentos estirones, en todas direcciones, dislocaron vuestros Huesos.
¡Oh Jesús!, en memoria de este santo dolor que habéis soportado con tanto amor en la Cruz, os suplico me concedáis la gracia de temeros y amaros. Amén. - Padrenuestro... Ave María...
Cuarta Oración
¡Oh Jesús, Médico Celestial, elevado en la Cruz para curar nuestras llagas con las Vuestras! Acordaos de las contusiones y los desfallecimientos que habéis sufrido en todos vuestros Miembros, que fueron distendidos a tal grado que no ha habido dolor semejante al vuestro. Desde la cabeza hasta la planta de los pies, ninguna parte de vuestro Cuerpo estaba exenta de tormentos. Sin embargo, olvidando todos vuestros sufrimientos, no dejasteis de pedir por vuestros enemigos a vuestro Padre Celestial, diciéndole: "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen".
Por esta inmensa misericordia, y en memoria de estos sufrimientos, os hago esta súplica: conceded que el recuerdo de vuestra muy amarga Pasión, nos alcance una perfecta contrición, y la remisión de todos nuestros pecados. Amén. - Padrenuestro... Ave María...
Quinta Oración
¡Oh Jesús, espejo del Resplandor Eterno! Acordaos de la tristeza aguda que habéis sentido al contemplar con anticipación las almas que habían de condenarse. A la luz de vuestra Divinidad habéis vislumbrado la predestinación de aquellos que se salvarían mediante los méritos de Vuestra Sagrada Pasión. Simultáneamente habéis contemplado tristemente la inmensa multitud de réprobos que serían condenados por sus pecados; y os habéis quejado amargamente de esos desesperados, perdidos y desgraciados pecadores.
Por este abismo de compasión y piedad, y principalmente por la bondad que demostrasteis hacia el buen ladrón, diciéndole: "Hoy estarás conmigo en el Paraíso", hago esta súplica, Dulce Jesús. Os pido que a la hora de mi muerte tengáis misericordia de mí. Amén. - Padrenuestro... Ave María...
Sexta Oración
¡Oh Jesús, Rey infinitamente amado y deseado! Acordaos del dolor que habéis sufrido cuando, desnudo y como un criminal común y corriente, fuisteis clavado y elevado en la Cruz. También fuisteis abandonado de todos vuestros parientes y amigos, con la excepción de vuestra muy amada Madre. En vuestra agonía, Ella permaneció fiel junto a Vos. Luego, la encomendasteis a vuestro fiel discípulo, Juan, diciendo a Maria: "Mujer, he aquí a tu hijo!" Y a Juan: "¡He aquí a tu Madre!"
Os suplico --¡Oh mi Salvador!-- por la espada de dolor que entonces traspasó el alma de vuestra Santísima Madre, que tengáis compasión de mí. Y, en todas mis aflicciones y tribulaciones, tanto corporales como espirituales, tened piedad de mí. Asistidme en todas mis pruebas, y especialmente en la hora de mi muerte. Amén. - Padrenuestro... Ave María...
Séptima Oración
¡Oh Jesús, inagotable Fuente de compasión, ten compasión de mí! En profundo gesto de amor, habéis exclamado en la Cruz: "Tengo sed" Era sed por la salvación del género humano. ¡Oh mi Salvador! Os ruego que inflaméis nuestros corazones con el deseo de dirigirnos a la perfección, en todas nuestras obras. Extinguid en nosotros la concupiscencia carnal y el ardor de los apetitos mundanos. Amén. - Padrenuestro... Ave María...
Octava Oración
¡Oh Jesús, dulzura de los corazones y deleite del espíritu! Por el vinagre y la hiel amarga que habéis probado en la Cruz, por amor a nosotros, oíd nuestros ruegos. Concedednos la gracia de recibir dignamente vuestro Sacratísimo Cuerpo y Sangre Preciosísima durante nuestra vida, y también a la hora de la muerte, para servir de remedio y consuelo a nuestras almas. Amén.
- Padrenuestro... Ave María...
Novena Oración
¡Oh Jesús, virtud real y gozo del alma! Acordaos del dolor que habéis sentido, sumergido en un océano de amargura, al acercarse la muerte, insultado y ultrajado por los judíos. Clamasteis en voz alta que habíais sido abandonado por Vuestro Padre Celestial, diciéndole: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?". Por esta angustia, os suplico --¡Oh mi Salvador!-- que no me abandonéis en los terrores y dolores de mi muerte. Amén. - Padrenuestro... Ave María...
Décima Oración
¡Oh Jesús, principio y fin de todas las cosas, sois la Vida y la Virtud plena! Acordaos que por causa nuestra fuisteis sumergido en un abismo de penas, sufriendo dolor desde la planta de los pies hasta la coronilla de la cabeza. En consideración a la enormidad de vuestras llagas, enseñadme a guardar, por puro amor a vos, todos vuestros Mandamientos, cuyo camino en vuestra Ley Divina es amplio y agradable para aquellos que os aman. Amén. - Padrenuestro... Ave María...
Undécima Oración
¡Oh Jesús, abismo muy profundo de Misericordia! En memoria de las llagas que penetraron hasta la médula de vuestros Huesos y Entrañas para atraerme hacia Vos, presento esta súplica. Yo, miserable pecador, profundamente sumergido en mis ofensas, pido que me apartéis del pecado. Ocultadme de vuestro Rostro tan justamente irritado contra mí. Escondedme en los huecos de vuestras Llagas hasta que vuestra cólera y justísima indignación hayan cesado. Amén.
- Padrenuestro... Ave María...
Duodécima Oración
¡Oh Jesús, Espejo de la Verdad, Sello de la Unidad y Vínculo de la Caridad! Acordaos de la multitud de Llagas con que fuisteis herido, desde la Cabeza hasta los Pies. Esas Llagas fueron laceradas y enrojecidas --¡Oh dulce Jesús!-- por la efusión de vuestra adorable Sangre. ¡Oh, qué dolor tan grande y repleto habéis sufrido por amor a nosotros, en vuestra Carne virginal! ¡Dulcísimo Jesús! ¿Qué hubisteis de hacer por nosotros que no hayáis hecho? Nada falta. ¡Todo lo habéis cumplido! ¡Oh amable y adorable Jesús! Por el fiel recuerdo de vuestra Pasión, que el Fruto meritorio de vuestros sufrimientos sea renovado en mi alma. Y que en mi corazón, vuestro Amor aumente cada día hasta que llegue a contemplaros en la eternidad. ¡Oh Amabilísimo Jesús! Vos sois el Tesoro de toda alegría y dicha verdadera, que os pido me concedáis en el Cielo. Amén.
- Padrenuestro... Ave María...
Decimotercera Oración
¡Oh Jesús, fuerte León, Rey inmortal e invencible! Acordaos del inmenso dolor que habéis sufrido cuando, agotadas todas vuestras fuerzas, tanto morales como físicas, inclinasteis la Cabeza y dijisteis: "Todo está consumado". Por esta angustia y dolor, os suplico, Señor Jesús, que tengáis piedad de mí en la hora de mi muerte cuando mi mente esté tremendamente perturbada y mi alma sumergida en angustia. Amén. - Padrenuestro... Ave María...
Decimocuarta Oración
¡Oh Jesús, único Hijo del Padre Celestial, esplendor y semejanza de su Esencia! Acordaos de la sencilla y humilde recomendación que hicisteis de vuestra Alma, a vuestro Padre Eterno, diciéndole: "¡Padre en Tus Manos encomiendo Mi Espíritu!" Desgarrado vuestro Cuerpo, destrozado vuestro Corazón, y abiertas las Entrañas de vuestra Misericordia para redimirnos, habéis expirado. Por vuestra Preciosa Muerte, os suplico --¡Oh Rey de los santos!-- confortadme. Socorredme para resistir al demonio, a la carne y al mundo, a fin de que, estando muerto al mundo, viva yo solamente para Vos. Y, a la hora de mi muerte, recibid mi alma peregrina y desterrada que regresa a Vos. Amén. - Padrenuestro... Ave María...
Decimoquinta Oración
¡Oh Jesús, verdadera y fecunda Vid! Acordaos de la abundante efusión de Sangre que tan generosamente habéis derramado de vuestro Sagrado Cuerpo. Vuestra preciosa Sangre fue derramada como el jugo de la uva bajo el lagar.
De vuestro Costado, perforado con la lanza por un soldado, ha brotado Sangre y Agua, hasta no quedar en vuestro Cuerpo gota alguna. Finalmente, como un haz de mirra, elevado a lo alto de la Cruz, la muy fina y delicada Carne vuestra fue destrozada; la substancia de vuestro Cuerpo fue marchitada y disecada la médula de vuestros Huesos. Por esta amarga Pasión, y por la efusión de vuestra preciosa Sangre, os suplico --¡Oh dulcísimo Jesús!-- que recibáis mi alma, cuando yo esté sufriendo en la agonía de mi muerte. Amén. - Padrenuestro... Ave María...
Santa Brígida, escribió: "Mi amado hermano, yo estaba sumergida en las más grandes amarguras de la vida. El dolor, la enfermedad, la pobreza y el abandono me afligían. Con amor, cada tarde leí estas Oraciones, mi vida ha sido transformada milagrosamente y el Señor, fiel a sus promesas, me ha colmado de gozo, bienestar, riqueza y consuelo. Lo que Jesús ha hecho por mí, miserable pecadora, lo hará también por ti, mi amado hermano. Lee cada día estas oraciones".
PROMESAS DE JESÚS
Dado que hacía mucho tiempo que Brígida deseaba saber el número de los golpes que nuestro Señor había recibido durante su Pasión, un día Él se le apareció diciéndole: «Hija mía, he recibido 5480 golpes sobre mi cuerpo. Si tú quieres honrarlos dirás 15 Padrenuestros y 15 Ave Marías con las oraciones siguientes (que le enseñó) durante un año. Pasado el año, tú me habrás honrado por cada una de mis llagas».
Y añadió: «Quienquiera que rece estas oraciones durante un año tendrá estos beneficios":
1 - Liberará del Purgatorio a 15 almas de su estirpe. 2 - 15 justos de su estirpe serán confirmados y conservados en gracia 3 - 15 pecadores de su estirpe se convertirán. 4 - La persona que las rece llegará al mayor grado de perfección. 5 - 15 días antes de morir recibirá mi precioso Cuerpo de modo que será liberado del hambre eterno y beberá mi preciosa Sangre para que no tenga sed en la eternidad. 6 - 15 días antes de morir tendrá una contrición amarga de todos sus pecados y un perfecto conocimiento de ellos. 7 - Pondré el signo de mi Cruz victorioso ante ella para socorrerla y defenderla contra los ataques de sus enemigos. 8 - Antes de su muerte yo vendré a ella con mi amada Madre. 9 - Recibiré con bondad su alma y la llevaré a los gozos eternos. 10 – Y, conduciéndola hasta allá le daré, con singular trato, a beber de la fuente de mi divinidad; cosa que no haré con aquellos que no hayan recitado estas Oraciones 11 - Necesitas saber que a quienquiera que haya vivido durante 30 años en pecado mortal y diga devotamente estas Oraciones o se haya propuesto hacerlo, yo le perdonaré todos sus pecados. 12 - Lo defenderé de las tentaciones. 13 - Le conservaré sus 5 sentidos. 14 - Lo preservaré de la muerte repentina. 15 - Salvaré su alma de las penas eternas. 16 - Obtendrá todo lo que pidiera a Dios y a la Santa Virgen María. 17 - Si hubiera vivido siempre según su propia voluntad y debiera de morir mañana, su vida se prolongará. 18 - Todas las veces que rezare estas oraciones ganará la indulgencia parcial. 19 - Estará seguro de estar junto al coro de los Ángeles. 20 - Si alguien las enseñara a otro, tendrá gozo y mérito sin fin, estables sobre la tierra y eternamente en Cielo. 21 - Donde fueran pronunciadas estas oraciones, Dios estará presente con su gracia».
Todos estos privilegios fueron prometidos a Santa Brígida desde una imagen de nuestro Señor Jesucristo Crucificado, a condición de que ella rezase todos los días estas oraciones, y son también prometidos a todos aquellos que las recen devotamente cada día durante el período de un año.
APROBACIONES
El Papa Urbano VI animó a multiplicar los ejemplares de las revelaciones de Santa Brígida que se disputaban los reyes, soberanos, obispos, universitarios, conventos y bibliotecas. Los libros que contienen estas oraciones y las promesas han sido aprobados por un gran número de prelados, entre ellos el cardenal Giraud, de Cambrai, en 1845 y Monseñor Florián, Arzobispo de Tolosa, en 1863. La colección de los pequeños libros donde se hallan estas oraciones fue bendecida por el Papa Pio IX el 21 de mayo de 1862. Finalmente, esta colección ha sido especialmente recomendada por el gran congreso de Malinas, el 22 de agosto de 1863. Aquellos que visitan la basílica de San Pablo en Roma, pueden ver el Crucifijo de tamaño natural, esculpido por Pedro Cavallini, frente al cual se arrodillaba Santa Brígida y la inscripción que está allí: "Pendentis de los verbos de |accepit| de áura de |accipit| de |at| de |verbum| de cuerdas Brigitta Deum. Año de |jubilei| MCCCL" que recuerda el prodigio del crucifijo que habló a Brígida.
Devociones - El Via Crucis
Vía Crucis
En el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de contrición:
Dios mío, yo te amo con todo mi corazón y sobre todas las cosas. Yo me arrepiento de todos mis pecados porque te ofenden a Ti, que eres tan Bueno. Señor, perdóname y ayúdame para que nunca más vuelva a ofenderte, que yo así te lo prometo.
1ª Estación: Jesús es condenado a muerte:
Oración inicial:
Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Alabada sea la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre.
Relato:
Jesús es condenado a muerte por Pilatos. Éste primero intenta dejarlo libre ya que sabía que lo acusaban por envidia; pero luego, por miedo a los que allí se habían reunido, se lava las manos delante de ellos y se los entrega para que lo crucifiquen.
Intención:
Oh Jesús, que no juzguemos a nadie para que el Padre del Cielo no nos juzgue a nosotros. Amén. Padre nuestro...
Oración final:
Por tu sentencia injusta, perdón Señor piedad, si grandes son nuestras culpas, mayor es tu bondad.
2ª Estación: Jesús carga con su Cruz:
Oración inicial:
Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Alabada sea la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre.
Relato:
Luego de hacer que lo condenen, tomaron a Jesús y le hicieron cargar la cruz en la cual iba a morir, desde el pretorio hasta el monte Calvario.
Intención:
Oh Jesús, que sepamos nosotros cargar con nuestra cruz como Tú lo hiciste, aceptándola como Tú la aceptaste. Amén. Dios te salve...
Oración final:
Por tu pesada cruz, perdón Señor piedad, si grandes son nuestras culpas, mayor es tu bondad.
3ª Estación: Jesús cae por primera vez:
Oración inicial:
Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Alabada sea la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre.
Relato:
En su camino al Calvario, Jesús cae por primera vez. A pesar de estar muy débil por los latigazos y por las espinas de su corona, Él se levanta y sigue.
Intención:
Oh Jesús, danos tu fuerza para que en cada caída, podamos levantarnos y seguir camino al Padre. Amén. Gloria al Padre...
Oración final:
Por tu primera caída, perdón Señor piedad, si grandes son nuestras culpas, mayor es tu bondad.
4ª Estación: Jesús se encuentra con su Santísima Madre:
Oración inicial:
Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Alabada sea la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre.
Relato:
Jesús había sido abandonado por todos; hasta sus más cercanos amigos lo dejaron por miedo a que les ocurriera lo mismo. Pero no estaba solo, su Madre lo acompañaba en sus sufrimientos como lo acompañó durante toda su vida. María amaba a Jesús más que cualquiera de nosotros y su sufrimiento por Él fue tan grande que no se puede medir.
Intención:
Oh Jesús, que aprendamos a aceptar nuestros sufrimientos como tu Madre aceptó los suyos. Amén. Dios te salve...
Oración final:
Por los dolores de tu Santísima Madre, perdón Señor piedad, si grandes son nuestras culpas, mayor es tu bondad.
5ª Estación: El cireneo ayuda a Jesús a llevar la cruz:
Oración inicial:
Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Alabada sea la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre.
Relato:
Simón, el cireneo, volvía de trabajar del campo y se acercó a ver que sucedía. Los soldados, al ver a Jesús tan débil, obligaron a Simón a ayudarlo.
Intención:
Oh Jesús, que nosotros ayudemos a los demás sin medir cuanto nos cuesta hacerlo. Amén. Padre nuestro...
Oración final:
Por tus sufrimientos, perdón Señor piedad, si grandes son nuestras culpas, mayor es tu bondad.
6ª Estación: La Verónica enjuga el rostro de Jesús:
Oración inicial:
Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Alabada sea la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre.
Relato:
La sangre que salía de las heridas que le provocaron las espinas se derramaba en su rostro, también el sudor corría por su cara, entonces la Verónica se acercó y lo secó con un paño en el cual quedó grabada su imagen.
Intención:
Oh Jesús, haz que veamos las necesidades de los demás y los auxiliemos. Amén. Gloria al Padre...
Oración final:
Por tu Sangre derramada, perdón Señor piedad, si grandes son nuestras culpas, mayor es tu bondad.
7ª Estación: Jesús cae por segunda vez:
Oración inicial:
Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Alabada sea la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre.
Relato:
Por segunda vez, el peso de la cruz vence su resistencia, y por segunda vez Jesús se levanta y sin quejarse sigue adelante.
Intención:
Oh Jesús, que el peso de nuestra cruz no nos venza, que nuestras caídas no nos separen de Ti. Amén. Padre nuestro...
Oración final:
Por tu segunda caída, perdón Señor piedad, si grandes son nuestras culpas, mayor es tu bondad.
8ª Estación: Jesús encuentra a las santas mujeres que lloran por Él:
Oración inicial:
Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Alabada sea la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre.
Relato:
Muchas mujeres que habían seguido su predicación, lo siguen ahora en su camino llorando por Él. Pero Jesús les dice: "Hijas de Jerusalén, no lloren por mí, lloren más bien por ustedes y por sus hijos..." "...porque si así tratan a la leña verde ¿Qué será de la leña seca?".
Intención:
Oh Jesús, pide al Padre para que por medio de tu Sacrificio, no recibamos el castigo que merecemos por nuestros pecados. Amén. Padre nuestro...
Oración final:
Por haberte maltratado injustamente, perdón Señor piedad, si grandes son nuestras culpas, mayor es tu bondad.
9ª Estación: Jesús cae por tercera vez:
Oración inicial:
Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Alabada sea la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre.
Relato:
Estaba muy débil, sufría los dolores de la cruz, de los latigazos recibidos, de la corona de espinas..., y otra vez cae. Sin embargo esta debilidad y todos sus dolores no lo detienen, otra vez se levanta y sigue.
Intención:
Oh Jesús, perdona nuestros pecados que tanto te hicieron sufrir. Amén. Gloria al Padre...
Oración final:
Por todas nuestras faltas, perdón Señor piedad, si grandes son nuestras culpas, mayor es tu bondad.
10ª Estación: Jesús es despojado de sus vestiduras y le dan a beber hiel y vinagre:
Oración inicial:
Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Alabada sea la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre.
Relato:
Al llegar al monte Calvario, le dieron de beber vino con hiel, Él lo probó pero no quiso tomarlo; luego le quitaron sus vestiduras y se las repartieron. Así se cumplió lo que estaba escrito: "se repartieron mis vestiduras y sortearon mi túnica".
Intención:
Oh Jesús, que fuiste el más humilde de todos, haz que nosotros seamos más humildes, como Tú nos enseñaste. Amén. Padre nuestro...
Oración final:
Por nuestra falta de humildad, perdón Señor piedad, si grandes son nuestras culpas, mayor es tu bondad.
11ª Estación: Jesús es clavado en la cruz:
Oración inicial:
Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Alabada sea la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre.
Relato:
Jesús es clavado en la cruz como si fuera un malhechor, cumpliéndose así lo que estaba escrito: "han taladrado mis manos y mis pies, y se pueden contar todos mis huesos" y "fue contado entre los malhechores".
Intención:
Oh Jesús, haz que nosotros nos ofrezcamos a los demás como Tú lo hiciste por nosotros. Amén. Dios te salve...
Oración final:
Por nuestro egoísmo, perdón Señor piedad, si grandes son nuestras culpas, mayor es tu bondad.
12ª Estación: Jesús muere en la cruz:
Oración inicial:
Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Alabada sea la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre.
Relato:
Aún en su última hora, Jesús es el más manso cordero, y en vez de quejarse o maldecir a los que lo habían castigado sin motivo, pide al Padre por ellos diciendo: "perdónalos Padre pues no saben lo que hacen". Y para que se cumpliera la Escritura hasta el final, Jesús dijo: "tengo sed"; entonces empaparon una esponja con vinagre y se la acercaron; después de beber el vinagre dijo: "Todo se ha cumplido" e inclinando la cabeza expiró.
Intención:
Oh Jesús, que por medio de tu Pasión y tu muerte, podamos todos compartir la Vida Eterna contigo. Amén. Gloria al Padre...
Oración final:
Por tu muerte, perdón Señor piedad, si grandes son nuestras culpas, mayor es tu bondad.
13ª Estación: Jesús es bajado de la cruz y colocado en brazos de su Santísima Madre:
Oración inicial:
Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Alabada sea la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre.
Relato:
Todo se había cumplido. Jesús es bajado de la cruz y su cuerpo destrozado es colocado en brazos de su Madre. María sufre el dolor más grande, y así se cumple la profecía que Simeón le había hecho: "una espada te atravesará el corazón".
Intención:
Oh Dulcísima Madre, por todos los sufrimientos que padeciste, ayúdanos a sobrellevar nuestra cruz. Amén. Dios te salve...
Oración final:
Por nuestra intolerancia, perdón Señor piedad, si grandes son nuestras culpas, mayor es tu bondad.
14ª Estación: Jesús es sepultado:
Oración inicial:
Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Alabada sea la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre.
Relato:
José de Arimatea, que se había hecho discípulo de Jesús, fue a ver a Pilatos para que le entregara el cuerpo de Jesús; éste le da permiso y entonces José tomó el cuerpo de Jesús, lo envolvió en una sábana limpia y lo sepultó en un sepulcro nuevo que había mandado a cavar en la roca.
Intención:
Oh Jesús, así como luego de morir resucitaste, haz que nosotros también resucitemos y vayamos contigo al Cielo, para estar en presencia del Padre. Amén. Gloria al Padre...
Oración final:
Por tu Pasión, perdón Señor piedad, si grandes son nuestras culpas, mayor es tu bondad.
__
Según las intenciones de S. S. Benedicto XVI, para ganar las indulgencias concedidas a los que realicen el Vía Crucis:
Padre nuestro...
Dios te salve...
Gloria al Padre...
Por la conversión de los pecadores:
Dios te salve, Reina y Madre...
Padre, líbranos de todo mal. Con tu Santa Sabiduría Señor, sálvanos de todo pecado. En nombre de todos cuantos te queremos, Señor, llévanos por el camino del bien.
En el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
En el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de contrición:
Dios mío, yo te amo con todo mi corazón y sobre todas las cosas. Yo me arrepiento de todos mis pecados porque te ofenden a Ti, que eres tan Bueno. Señor, perdóname y ayúdame para que nunca más vuelva a ofenderte, que yo así te lo prometo.
1ª Estación: Jesús es condenado a muerte:
Oración inicial:
Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Alabada sea la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre.
Relato:
Jesús es condenado a muerte por Pilatos. Éste primero intenta dejarlo libre ya que sabía que lo acusaban por envidia; pero luego, por miedo a los que allí se habían reunido, se lava las manos delante de ellos y se los entrega para que lo crucifiquen.
Intención:
Oh Jesús, que no juzguemos a nadie para que el Padre del Cielo no nos juzgue a nosotros. Amén. Padre nuestro...
Oración final:
Por tu sentencia injusta, perdón Señor piedad, si grandes son nuestras culpas, mayor es tu bondad.
2ª Estación: Jesús carga con su Cruz:
Oración inicial:
Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Alabada sea la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre.
Relato:
Luego de hacer que lo condenen, tomaron a Jesús y le hicieron cargar la cruz en la cual iba a morir, desde el pretorio hasta el monte Calvario.
Intención:
Oh Jesús, que sepamos nosotros cargar con nuestra cruz como Tú lo hiciste, aceptándola como Tú la aceptaste. Amén. Dios te salve...
Oración final:
Por tu pesada cruz, perdón Señor piedad, si grandes son nuestras culpas, mayor es tu bondad.
3ª Estación: Jesús cae por primera vez:
Oración inicial:
Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Alabada sea la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre.
Relato:
En su camino al Calvario, Jesús cae por primera vez. A pesar de estar muy débil por los latigazos y por las espinas de su corona, Él se levanta y sigue.
Intención:
Oh Jesús, danos tu fuerza para que en cada caída, podamos levantarnos y seguir camino al Padre. Amén. Gloria al Padre...
Oración final:
Por tu primera caída, perdón Señor piedad, si grandes son nuestras culpas, mayor es tu bondad.
4ª Estación: Jesús se encuentra con su Santísima Madre:
Oración inicial:
Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Alabada sea la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre.
Relato:
Jesús había sido abandonado por todos; hasta sus más cercanos amigos lo dejaron por miedo a que les ocurriera lo mismo. Pero no estaba solo, su Madre lo acompañaba en sus sufrimientos como lo acompañó durante toda su vida. María amaba a Jesús más que cualquiera de nosotros y su sufrimiento por Él fue tan grande que no se puede medir.
Intención:
Oh Jesús, que aprendamos a aceptar nuestros sufrimientos como tu Madre aceptó los suyos. Amén. Dios te salve...
Oración final:
Por los dolores de tu Santísima Madre, perdón Señor piedad, si grandes son nuestras culpas, mayor es tu bondad.
5ª Estación: El cireneo ayuda a Jesús a llevar la cruz:
Oración inicial:
Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Alabada sea la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre.
Relato:
Simón, el cireneo, volvía de trabajar del campo y se acercó a ver que sucedía. Los soldados, al ver a Jesús tan débil, obligaron a Simón a ayudarlo.
Intención:
Oh Jesús, que nosotros ayudemos a los demás sin medir cuanto nos cuesta hacerlo. Amén. Padre nuestro...
Oración final:
Por tus sufrimientos, perdón Señor piedad, si grandes son nuestras culpas, mayor es tu bondad.
6ª Estación: La Verónica enjuga el rostro de Jesús:
Oración inicial:
Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Alabada sea la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre.
Relato:
La sangre que salía de las heridas que le provocaron las espinas se derramaba en su rostro, también el sudor corría por su cara, entonces la Verónica se acercó y lo secó con un paño en el cual quedó grabada su imagen.
Intención:
Oh Jesús, haz que veamos las necesidades de los demás y los auxiliemos. Amén. Gloria al Padre...
Oración final:
Por tu Sangre derramada, perdón Señor piedad, si grandes son nuestras culpas, mayor es tu bondad.
7ª Estación: Jesús cae por segunda vez:
Oración inicial:
Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Alabada sea la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre.
Relato:
Por segunda vez, el peso de la cruz vence su resistencia, y por segunda vez Jesús se levanta y sin quejarse sigue adelante.
Intención:
Oh Jesús, que el peso de nuestra cruz no nos venza, que nuestras caídas no nos separen de Ti. Amén. Padre nuestro...
Oración final:
Por tu segunda caída, perdón Señor piedad, si grandes son nuestras culpas, mayor es tu bondad.
8ª Estación: Jesús encuentra a las santas mujeres que lloran por Él:
Oración inicial:
Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Alabada sea la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre.
Relato:
Muchas mujeres que habían seguido su predicación, lo siguen ahora en su camino llorando por Él. Pero Jesús les dice: "Hijas de Jerusalén, no lloren por mí, lloren más bien por ustedes y por sus hijos..." "...porque si así tratan a la leña verde ¿Qué será de la leña seca?".
Intención:
Oh Jesús, pide al Padre para que por medio de tu Sacrificio, no recibamos el castigo que merecemos por nuestros pecados. Amén. Padre nuestro...
Oración final:
Por haberte maltratado injustamente, perdón Señor piedad, si grandes son nuestras culpas, mayor es tu bondad.
9ª Estación: Jesús cae por tercera vez:
Oración inicial:
Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Alabada sea la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre.
Relato:
Estaba muy débil, sufría los dolores de la cruz, de los latigazos recibidos, de la corona de espinas..., y otra vez cae. Sin embargo esta debilidad y todos sus dolores no lo detienen, otra vez se levanta y sigue.
Intención:
Oh Jesús, perdona nuestros pecados que tanto te hicieron sufrir. Amén. Gloria al Padre...
Oración final:
Por todas nuestras faltas, perdón Señor piedad, si grandes son nuestras culpas, mayor es tu bondad.
10ª Estación: Jesús es despojado de sus vestiduras y le dan a beber hiel y vinagre:
Oración inicial:
Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Alabada sea la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre.
Relato:
Al llegar al monte Calvario, le dieron de beber vino con hiel, Él lo probó pero no quiso tomarlo; luego le quitaron sus vestiduras y se las repartieron. Así se cumplió lo que estaba escrito: "se repartieron mis vestiduras y sortearon mi túnica".
Intención:
Oh Jesús, que fuiste el más humilde de todos, haz que nosotros seamos más humildes, como Tú nos enseñaste. Amén. Padre nuestro...
Oración final:
Por nuestra falta de humildad, perdón Señor piedad, si grandes son nuestras culpas, mayor es tu bondad.
11ª Estación: Jesús es clavado en la cruz:
Oración inicial:
Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Alabada sea la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre.
Relato:
Jesús es clavado en la cruz como si fuera un malhechor, cumpliéndose así lo que estaba escrito: "han taladrado mis manos y mis pies, y se pueden contar todos mis huesos" y "fue contado entre los malhechores".
Intención:
Oh Jesús, haz que nosotros nos ofrezcamos a los demás como Tú lo hiciste por nosotros. Amén. Dios te salve...
Oración final:
Por nuestro egoísmo, perdón Señor piedad, si grandes son nuestras culpas, mayor es tu bondad.
12ª Estación: Jesús muere en la cruz:
Oración inicial:
Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Alabada sea la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre.
Relato:
Aún en su última hora, Jesús es el más manso cordero, y en vez de quejarse o maldecir a los que lo habían castigado sin motivo, pide al Padre por ellos diciendo: "perdónalos Padre pues no saben lo que hacen". Y para que se cumpliera la Escritura hasta el final, Jesús dijo: "tengo sed"; entonces empaparon una esponja con vinagre y se la acercaron; después de beber el vinagre dijo: "Todo se ha cumplido" e inclinando la cabeza expiró.
Intención:
Oh Jesús, que por medio de tu Pasión y tu muerte, podamos todos compartir la Vida Eterna contigo. Amén. Gloria al Padre...
Oración final:
Por tu muerte, perdón Señor piedad, si grandes son nuestras culpas, mayor es tu bondad.
13ª Estación: Jesús es bajado de la cruz y colocado en brazos de su Santísima Madre:
Oración inicial:
Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Alabada sea la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre.
Relato:
Todo se había cumplido. Jesús es bajado de la cruz y su cuerpo destrozado es colocado en brazos de su Madre. María sufre el dolor más grande, y así se cumple la profecía que Simeón le había hecho: "una espada te atravesará el corazón".
Intención:
Oh Dulcísima Madre, por todos los sufrimientos que padeciste, ayúdanos a sobrellevar nuestra cruz. Amén. Dios te salve...
Oración final:
Por nuestra intolerancia, perdón Señor piedad, si grandes son nuestras culpas, mayor es tu bondad.
14ª Estación: Jesús es sepultado:
Oración inicial:
Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Alabada sea la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre.
Relato:
José de Arimatea, que se había hecho discípulo de Jesús, fue a ver a Pilatos para que le entregara el cuerpo de Jesús; éste le da permiso y entonces José tomó el cuerpo de Jesús, lo envolvió en una sábana limpia y lo sepultó en un sepulcro nuevo que había mandado a cavar en la roca.
Intención:
Oh Jesús, así como luego de morir resucitaste, haz que nosotros también resucitemos y vayamos contigo al Cielo, para estar en presencia del Padre. Amén. Gloria al Padre...
Oración final:
Por tu Pasión, perdón Señor piedad, si grandes son nuestras culpas, mayor es tu bondad.
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Según las intenciones de S. S. Benedicto XVI, para ganar las indulgencias concedidas a los que realicen el Vía Crucis:
Padre nuestro...
Dios te salve...
Gloria al Padre...
Por la conversión de los pecadores:
Dios te salve, Reina y Madre...
Padre, líbranos de todo mal. Con tu Santa Sabiduría Señor, sálvanos de todo pecado. En nombre de todos cuantos te queremos, Señor, llévanos por el camino del bien.
En el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Devociones - Coronilla de las Virtudes
Coronilla de las Virtudes
Se pide la primera virtud y después de mencionar cada una se rezan las siguientes oraciones, luego se pide la segunda virtud y se vuelven a rezar las oraciones y así hasta contemplar las siete virtudes:
1º Un Padre Nuestro: Padre Nuestro, que estás en el cielo…
2º Un Gloria: Gloria al Padre, al hijo y al Espíritu Santo…
3º La Oración al Espíritu Santo: Ven Espíritu Santo, Ilumina mi corazón para ver las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo dentro de mi mente, para conocer las cosas que son de Dios; ven Espíritu Santo dentro de mi alma, que yo le pertenezco solamente a Dios; santifica todo lo que yo piense, diga y haga para que todo sea para la Gloria de Dios. Amén.
Las virtudes que se piden son:
1- La Virtud de la Fe
2- La Virtud de la Esperanza
3- La Virtud de la Caridad
4- La Virtud de la Humildad
5- La Virtud de la Paciencia
6- La Virtud de la Perseverancia
7- La Virtud de la Obediencia
Se pide la primera virtud y después de mencionar cada una se rezan las siguientes oraciones, luego se pide la segunda virtud y se vuelven a rezar las oraciones y así hasta contemplar las siete virtudes:
1º Un Padre Nuestro: Padre Nuestro, que estás en el cielo…
2º Un Gloria: Gloria al Padre, al hijo y al Espíritu Santo…
3º La Oración al Espíritu Santo: Ven Espíritu Santo, Ilumina mi corazón para ver las cosas que son de Dios; Ven Espíritu Santo dentro de mi mente, para conocer las cosas que son de Dios; ven Espíritu Santo dentro de mi alma, que yo le pertenezco solamente a Dios; santifica todo lo que yo piense, diga y haga para que todo sea para la Gloria de Dios. Amén.
Las virtudes que se piden son:
1- La Virtud de la Fe
2- La Virtud de la Esperanza
3- La Virtud de la Caridad
4- La Virtud de la Humildad
5- La Virtud de la Paciencia
6- La Virtud de la Perseverancia
7- La Virtud de la Obediencia
Oraciones - Angelus, Las Tres Ave Marías
El Ángelus
V. El Ángel del Señor anunció a María
R. Y Ella concibió por obra y gracia del Espíritu Santo… Ave María
V. He aquí la esclava del Señor
R. Hágase en mí según tu palabra… Ave María
V. Y el Verbo se hizo carne
R. Y habitó entre nosotros… Ave María
V. Ruega por nosotros Santa Madre de Dios
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de Nuestro Señor Jesucristo. Amén
Oremos: Infunde Señor tu Gracia en nuestros corazones, para que habiendo conocido por la voz del ángel el misterio de la Encarnación de Tu Hijo, podamos llegar por los méritos de su Pasión y su Cruz a la Gloria de la Resurrección. Por el mismo Cristo Nuestro Señor. Amén
DEVOCIÓN DE LAS TRES AVE MARÍAS
1ª María Madre mía, libérame de caer en pecado mortal! Por el poder que te concedió el Padre Eterno. Ave María…
2ª Por la Sabiduría que te concedió el Hijo. Ave María…
3ª Por el Amor que te concedió el Espíritu Santo. Ave María… Gloria
V. El Ángel del Señor anunció a María
R. Y Ella concibió por obra y gracia del Espíritu Santo… Ave María
V. He aquí la esclava del Señor
R. Hágase en mí según tu palabra… Ave María
V. Y el Verbo se hizo carne
R. Y habitó entre nosotros… Ave María
V. Ruega por nosotros Santa Madre de Dios
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de Nuestro Señor Jesucristo. Amén
Oremos: Infunde Señor tu Gracia en nuestros corazones, para que habiendo conocido por la voz del ángel el misterio de la Encarnación de Tu Hijo, podamos llegar por los méritos de su Pasión y su Cruz a la Gloria de la Resurrección. Por el mismo Cristo Nuestro Señor. Amén
DEVOCIÓN DE LAS TRES AVE MARÍAS
1ª María Madre mía, libérame de caer en pecado mortal! Por el poder que te concedió el Padre Eterno. Ave María…
2ª Por la Sabiduría que te concedió el Hijo. Ave María…
3ª Por el Amor que te concedió el Espíritu Santo. Ave María… Gloria
Oraciones - Consagraciones al Sagrado Corazón de Jesús, al Inmaculado Corazón de María y al Espíritu Santo
CONSAGRACION AL SAGRADO CORAZON DE JESUS
Juan Pablo II, 1986 (abreviado)
Señor Jesucristo, Redentor del género humano, me dirijo a tu Sacratísimo Corazón con humildad y confianza, con reverencia y esperanza, con profundo deseo de darte gloria, honor y alabanza.
Señor Jesucristo, Salvador del mundo, te damos las gracias por todo lo que eres y todo lo que haces.
Señor Jesucristo, Hijo de Dios Vivo, te alabamos por el amor que has revelado a través de Tu Sagrado Corazón, que fue traspasado por nosotros y ha llegado a ser fuente de nuestra alegría, manantial de nuestra vida eterna.
En Tu nombre, que está por encima de todo nombre, me consagro y consagro a mi familia a tu Sacratísimo Corazón, en el cual habita la plenitud de la verdad y la caridad.
Al consagrarnos a Ti, los fieles de la familia Rodriguez y Wagner renovamos nuestro deseo de corresponder con amor a la rica efusión de tu misericordioso y pleno amor.
Señor Jesucristo, Rey de Amor y Príncipe de la Paz, reina en nuestros corazones y en nuestros hogares. Vence todos los poderes del maligno y llévanos a participar en la victoria de tu Sagrado Corazón.
¡Que todos proclamemos y demos gloria a Ti, al Padre y al Espíritu Santo, único Dios que vive y reina por los siglos de los siglos! Amén.
Acto de Consagración al Inmaculado Corazón de María
"Oh, Virgen mía, Oh, Madre mía, yo me ofrezco enteramente a tu Inmaculado Corazón y te consagro mi cuerpo y mi alma, mis pensamientos y mis acciones.
Quiero ser como Tú quieres que sea, hacer lo que Tú quieres que haga.
No temo, pues siempre estás conmigo. Ayúdame a amar a Tu hijo Jesús, con todo mi corazón y sobre todas las cosas.
Pon mi mano en la tuya para que este siempre contigo."
Otra Consagración al Inmaculado Corazón de María
Oh Señora mía, Oh Madre mía! Yo me entrego del todo a Vos; y en prueba de mi filial afecto, os consagro en este día, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo vuestro Oh Madre de bondad, guardadme y defendedme como hijo y posesión vuestra. Amén
Acto de Consagración al Espíritu Santo
Oh Espíritu Santo, Espíritu de Luz y de Amor, yo te consagro mi inteligencia, corazón y voluntad para el tiempo y para la eternidad.
Que mi entendimiento sea siempre dócil a Tus Divinas inspiraciones y a las enseñanzas de la Santa Iglesia Católica, de la cual Tu eres un Guía infalible.
Que mi corazón esté siempre inflamado en el Amor de Dios y del prójimo, que mi voluntad se conforme siempre con la Divina Voluntad, que toda mi vida sea imitación plenamente fiel de la vida y virtudes de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, a quien con el Padre y contigo, Espíritu Divino, sea el honor y la Gloria, por los siglos de los siglos. Amén.
Espíritu Santo, Espíritu Divino, por la intercesión de la Santísima Virgen María Tu amada, llena nuestros corazones con la plenitud de Tus dones. Has que consolados y fortalecidos por Ti vivamos según Tu Voluntad y al morir alabemos Tu infinita Misericordia. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Juan Pablo II, 1986 (abreviado)
Señor Jesucristo, Redentor del género humano, me dirijo a tu Sacratísimo Corazón con humildad y confianza, con reverencia y esperanza, con profundo deseo de darte gloria, honor y alabanza.
Señor Jesucristo, Salvador del mundo, te damos las gracias por todo lo que eres y todo lo que haces.
Señor Jesucristo, Hijo de Dios Vivo, te alabamos por el amor que has revelado a través de Tu Sagrado Corazón, que fue traspasado por nosotros y ha llegado a ser fuente de nuestra alegría, manantial de nuestra vida eterna.
En Tu nombre, que está por encima de todo nombre, me consagro y consagro a mi familia a tu Sacratísimo Corazón, en el cual habita la plenitud de la verdad y la caridad.
Al consagrarnos a Ti, los fieles de la familia Rodriguez y Wagner renovamos nuestro deseo de corresponder con amor a la rica efusión de tu misericordioso y pleno amor.
Señor Jesucristo, Rey de Amor y Príncipe de la Paz, reina en nuestros corazones y en nuestros hogares. Vence todos los poderes del maligno y llévanos a participar en la victoria de tu Sagrado Corazón.
¡Que todos proclamemos y demos gloria a Ti, al Padre y al Espíritu Santo, único Dios que vive y reina por los siglos de los siglos! Amén.
Acto de Consagración al Inmaculado Corazón de María
"Oh, Virgen mía, Oh, Madre mía, yo me ofrezco enteramente a tu Inmaculado Corazón y te consagro mi cuerpo y mi alma, mis pensamientos y mis acciones.
Quiero ser como Tú quieres que sea, hacer lo que Tú quieres que haga.
No temo, pues siempre estás conmigo. Ayúdame a amar a Tu hijo Jesús, con todo mi corazón y sobre todas las cosas.
Pon mi mano en la tuya para que este siempre contigo."
Otra Consagración al Inmaculado Corazón de María
Oh Señora mía, Oh Madre mía! Yo me entrego del todo a Vos; y en prueba de mi filial afecto, os consagro en este día, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo vuestro Oh Madre de bondad, guardadme y defendedme como hijo y posesión vuestra. Amén
Acto de Consagración al Espíritu Santo
Oh Espíritu Santo, Espíritu de Luz y de Amor, yo te consagro mi inteligencia, corazón y voluntad para el tiempo y para la eternidad.
Que mi entendimiento sea siempre dócil a Tus Divinas inspiraciones y a las enseñanzas de la Santa Iglesia Católica, de la cual Tu eres un Guía infalible.
Que mi corazón esté siempre inflamado en el Amor de Dios y del prójimo, que mi voluntad se conforme siempre con la Divina Voluntad, que toda mi vida sea imitación plenamente fiel de la vida y virtudes de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, a quien con el Padre y contigo, Espíritu Divino, sea el honor y la Gloria, por los siglos de los siglos. Amén.
Espíritu Santo, Espíritu Divino, por la intercesión de la Santísima Virgen María Tu amada, llena nuestros corazones con la plenitud de Tus dones. Has que consolados y fortalecidos por Ti vivamos según Tu Voluntad y al morir alabemos Tu infinita Misericordia. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Oración - Alma de Cristo
Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, consuélame.
Oh buen Jesús, escúchame.
Escóndeme entre tus llagas.
No permitas que me separe de ti.
Defiéndeme del enemigo maligno.
En la hora de mi muerte, llámame.
Haz que yo venga a ti para alabarte
con todos los santos
por los siglos de los siglos.
Amén.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, consuélame.
Oh buen Jesús, escúchame.
Escóndeme entre tus llagas.
No permitas que me separe de ti.
Defiéndeme del enemigo maligno.
En la hora de mi muerte, llámame.
Haz que yo venga a ti para alabarte
con todos los santos
por los siglos de los siglos.
Amén.
Oración a la Preciosísima Sangre de Cristo (para todos los días)
Oración para sellarse y protegerse con la sangre de Cristo:
Señor Jesús, en Tu nombre y con el Poder de Tu Sangre Preciosa sellamos toda persona, hechos o acontecimientos a través de los cuales el enemigo nos quiera hacer daño. Con el Poder de la Sangre de Jesús sellamos toda potestad destructora en el aire, en la tierra, en el agua, en el fuego, debajo de la tierra, en las fuerzas satánicas de la naturaleza, en los abismos del infierno y en el mundo en el cual nos moveremos hoy. Con el poder de la Sangre de Cristo sellamos los volcanes, los cráteres, las montañas, los lagos y lagunas, los ríos, los océanos y los mares y los límites de ellos con la tierra, sellamos el universo entero con la Preciosísima Sangre de Cristo.
Te suplico Señor que selles mi vida personal con todas mis pertenencias. Sello mi salvación con Tu Preciosa Sangre, sello mis sentimientos, para que todos mis afectos sean cubiertos. Sello con Tu Sangre mis inquietudes para estar seguro de alcanzar la respuesta a mis necesidades. Sello mi corazón para que no entre ningún espíritu de rencor, amargura, odio, depresión, soberbia, orgullo, vanidad, jactancia, tristeza, duda o miedo.
Sello con Tu Sangre mi voluntad para que esté presta siempre a hacer el bien, sello mi mente para que entren solo pensamientos que me permitan alcanzar el gozo, la paz y así cambiar mi manera de vivir. Sello con Tu Sangre, Señor, mi cuerpo para que reciba la salud, sea protegido del pecado y de las enfermedades, adulterios y accidentes.
Sello mi pasado para que toda herida que aún me haga daño sea sanada con Tu Sangre bendita. Sello mi presente para que todas mis actividades sean cubiertas con Tu Sangre protectora. Sello mi futuro para que mis planes, proyectos sean preservados de todo ataque y toda influencia del maligno. Con el poder de la Sangre de Jesús sellamos nuestra casa y a todos los que habitan en ella (nombrarlos a todos con nombre y apellido), sellamos con el Poder de la Sangre de Jesús a todas las personas que El Señor enviará a nuestra casa, así como los alimentos y los bienes que El Señor generosamente nos envíe para nuestro sustento. Con el poder de la Sangre de Jesús sellamos tierra, puertas, ventanas, objetos, ropa, paredes, techos y pisos, el aire que respiramos y en fe colocamos un círculo de Su Sangre alrededor de toda nuestra familia. Sello a mis seres queridos, a mis amigos, vecinos, a mis compañeros de trabajo (mencionar a quienes más)... para que todos sean protegidos.
Con el Poder de la Sangre de Jesús sellamos los lugares en donde vamos a estar este día y las personas, empresas o instituciones con quienes vamos a tratar (nombrar cada una de ellas). Con el poder de la Sangre de Jesús sellamos nuestro trabajo material y espiritual, los negocios de toda nuestra familia, los vehículos de todos ellos, las carreteras, los aires, las vías y cualquier medio de transporte que habremos de utilizar, Con Tu Sangre Preciosa sellamos los actos, las mentes y los corazones de todos los habitantes y dirigentes de nuestra patria a fin de que Tu Paz y Tu Corazón reinen en ella.
Sello mi economía, para que se derrame abundantemente Tu Providencia en mi vida, para que Tu Prosperidad llegue en abundancia. Sello mis deudas para que el devorador huya y desaparezcan. Invoco Tu Sangre preciosa sobre mi boca y sello mis palabras para que sean sólo de bendición.
Tu Sangre preciosa me haga invisible, cuando se nos acerque el enemigo nos permita reconocerlo y vencerlo por la invocación de Tu Nombre. Sello todo mi ser y me coloco bajo tu protección para que me libres de toda acechanza del mal. Con el poder de la Sangre de Jesucristo rompo y destruyo toda potestad de interferencia, la interacción del maligno y prohíbo toda comunicación entre espíritus.
Pido Jesús, que envíes a tu Santísima Madre del Perpetuo Socorro, para que se haga presente en mi hogar y en mi trabajo y me acompañe con San Miguel Arcángel, y sus nueve coros angélicos, San Gabriel, San Rafael y mi Angel de la Guarda. Gracias Señor porque Tu eres el guardián que nunca duermes. Gracias Señor, por Tu Sangre preciosa, porque gracias a ella somos preservados de todo mal. Tu Sangre nos hace invisibles, bendito y alabado seas por siempre Señor.
Amén.
Señor Jesús, en Tu nombre y con el Poder de Tu Sangre Preciosa sellamos toda persona, hechos o acontecimientos a través de los cuales el enemigo nos quiera hacer daño. Con el Poder de la Sangre de Jesús sellamos toda potestad destructora en el aire, en la tierra, en el agua, en el fuego, debajo de la tierra, en las fuerzas satánicas de la naturaleza, en los abismos del infierno y en el mundo en el cual nos moveremos hoy. Con el poder de la Sangre de Cristo sellamos los volcanes, los cráteres, las montañas, los lagos y lagunas, los ríos, los océanos y los mares y los límites de ellos con la tierra, sellamos el universo entero con la Preciosísima Sangre de Cristo.
Te suplico Señor que selles mi vida personal con todas mis pertenencias. Sello mi salvación con Tu Preciosa Sangre, sello mis sentimientos, para que todos mis afectos sean cubiertos. Sello con Tu Sangre mis inquietudes para estar seguro de alcanzar la respuesta a mis necesidades. Sello mi corazón para que no entre ningún espíritu de rencor, amargura, odio, depresión, soberbia, orgullo, vanidad, jactancia, tristeza, duda o miedo.
Sello con Tu Sangre mi voluntad para que esté presta siempre a hacer el bien, sello mi mente para que entren solo pensamientos que me permitan alcanzar el gozo, la paz y así cambiar mi manera de vivir. Sello con Tu Sangre, Señor, mi cuerpo para que reciba la salud, sea protegido del pecado y de las enfermedades, adulterios y accidentes.
Sello mi pasado para que toda herida que aún me haga daño sea sanada con Tu Sangre bendita. Sello mi presente para que todas mis actividades sean cubiertas con Tu Sangre protectora. Sello mi futuro para que mis planes, proyectos sean preservados de todo ataque y toda influencia del maligno. Con el poder de la Sangre de Jesús sellamos nuestra casa y a todos los que habitan en ella (nombrarlos a todos con nombre y apellido), sellamos con el Poder de la Sangre de Jesús a todas las personas que El Señor enviará a nuestra casa, así como los alimentos y los bienes que El Señor generosamente nos envíe para nuestro sustento. Con el poder de la Sangre de Jesús sellamos tierra, puertas, ventanas, objetos, ropa, paredes, techos y pisos, el aire que respiramos y en fe colocamos un círculo de Su Sangre alrededor de toda nuestra familia. Sello a mis seres queridos, a mis amigos, vecinos, a mis compañeros de trabajo (mencionar a quienes más)... para que todos sean protegidos.
Con el Poder de la Sangre de Jesús sellamos los lugares en donde vamos a estar este día y las personas, empresas o instituciones con quienes vamos a tratar (nombrar cada una de ellas). Con el poder de la Sangre de Jesús sellamos nuestro trabajo material y espiritual, los negocios de toda nuestra familia, los vehículos de todos ellos, las carreteras, los aires, las vías y cualquier medio de transporte que habremos de utilizar, Con Tu Sangre Preciosa sellamos los actos, las mentes y los corazones de todos los habitantes y dirigentes de nuestra patria a fin de que Tu Paz y Tu Corazón reinen en ella.
Sello mi economía, para que se derrame abundantemente Tu Providencia en mi vida, para que Tu Prosperidad llegue en abundancia. Sello mis deudas para que el devorador huya y desaparezcan. Invoco Tu Sangre preciosa sobre mi boca y sello mis palabras para que sean sólo de bendición.
Tu Sangre preciosa me haga invisible, cuando se nos acerque el enemigo nos permita reconocerlo y vencerlo por la invocación de Tu Nombre. Sello todo mi ser y me coloco bajo tu protección para que me libres de toda acechanza del mal. Con el poder de la Sangre de Jesucristo rompo y destruyo toda potestad de interferencia, la interacción del maligno y prohíbo toda comunicación entre espíritus.
Pido Jesús, que envíes a tu Santísima Madre del Perpetuo Socorro, para que se haga presente en mi hogar y en mi trabajo y me acompañe con San Miguel Arcángel, y sus nueve coros angélicos, San Gabriel, San Rafael y mi Angel de la Guarda. Gracias Señor porque Tu eres el guardián que nunca duermes. Gracias Señor, por Tu Sangre preciosa, porque gracias a ella somos preservados de todo mal. Tu Sangre nos hace invisibles, bendito y alabado seas por siempre Señor.
Amén.
Devociones - Otros Rosarios
Rosario al Corazón Inmaculado de la Virgen María
También conocido como Llama de Amor
En honor de las cinco Sagradas Llagas de Nuestro Divino Redentor hagamos cinco veces seguidas la señal de la Cruz.
Para las cuentas grandes:
CORAZÓN doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos en ti.
Para las cuentas pequeñas:
Madre Nuestra Sálvanos por la llama de Amor de tu Inmaculado CORAZÓN!
Para Terminar:
Gloria al Padre … (3 veces)
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Rosario de Lágrimas
Con tus lágrimas, oh Madre Dolorosa, destruye el dominio de los infiernos. Con tu mansedumbre, Oh Señor Jesucristo, tú que estás desligado de cadenas, libra al mundo de los errores actuales. Oh Jesús crucificado, postrados a tus pies, te ofrecemos las lagrimas de tu Santísima Madre, que te acompañó con ardiente y compasivo Amor, en el Doloroso camino de la Cruz. Concédenos, oh Buen Maestro,
que sigamos de todo corazón, las enseñanzas que por medio de sus lagrimas nos ha dado, para que cumpliendo con tu Santísima Voluntad en la tierra, nos hagamos dignos del honor de alabarte en el cielo por toda la eternidad. Amén.
Los 7 Dolores de la Santísima Virgen:
1) Al oír la profecía de Simeón que su Hijo iba a morir y que su corazón sería traspasado por una espada.
2) Por la crueldad de Herodes y la huida a Egipto
3) Cuando perdió a su Divino Hijo por 3 días
4) Cuando vio a su Hijo amadísimo cargando la Cruz
5) Al ver como Crucificaban a Jesús
6) Al tener en sus brazos el cuerpo sin vida de su amado Hijo
7) Por la soledad en que se quedó al sepultar a su Divino Hijo
Modo de rezarlo:
En lugar del Padre Nuestro se dirá:
V. Oh Jesús, mira las lágrimas de quien tanto te amó en la tierra,
R. Y que te ama aún más ardientemente en el cielo.
En lugar del Ave María se dirá (7 veces):
V. Oh Jesús, oye nuestras oraciones.
R. Por las lagrimas de tu Santísima Madre la Virgen María
Para concluir se dirá 3 veces (invocaciones):
V. Oh Jesús, mira las lágrimas de quien tanto te amó en la tierra,
R. Y que te ama aún más ardientemente en el cielo
Oración final:
¡OH María , Madre del Amor, del dolor y de la compasión, te rogamos que unas nuestras oraciones con las tuyas, para que Jesús, tu Hijo Divino a Quien invocamos, oiga nuestras súplicas, en nombre de tus lagrimas Maternales, y nos conceda la Paz que tan ardiente buscamos, para que así podamos obtener la corona de la vida eterna. Amén.
Se rezan las Letanías
Ruega por nosotros Virgen Dolorosísima para que seamos dignos de alcanzar las promesas de tu Hijo Santísimo. Amén.
También conocido como Llama de Amor
En honor de las cinco Sagradas Llagas de Nuestro Divino Redentor hagamos cinco veces seguidas la señal de la Cruz.
Para las cuentas grandes:
CORAZÓN doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos en ti.
Para las cuentas pequeñas:
Madre Nuestra Sálvanos por la llama de Amor de tu Inmaculado CORAZÓN!
Para Terminar:
Gloria al Padre … (3 veces)
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Rosario de Lágrimas
Con tus lágrimas, oh Madre Dolorosa, destruye el dominio de los infiernos. Con tu mansedumbre, Oh Señor Jesucristo, tú que estás desligado de cadenas, libra al mundo de los errores actuales. Oh Jesús crucificado, postrados a tus pies, te ofrecemos las lagrimas de tu Santísima Madre, que te acompañó con ardiente y compasivo Amor, en el Doloroso camino de la Cruz. Concédenos, oh Buen Maestro,
que sigamos de todo corazón, las enseñanzas que por medio de sus lagrimas nos ha dado, para que cumpliendo con tu Santísima Voluntad en la tierra, nos hagamos dignos del honor de alabarte en el cielo por toda la eternidad. Amén.
Los 7 Dolores de la Santísima Virgen:
1) Al oír la profecía de Simeón que su Hijo iba a morir y que su corazón sería traspasado por una espada.
2) Por la crueldad de Herodes y la huida a Egipto
3) Cuando perdió a su Divino Hijo por 3 días
4) Cuando vio a su Hijo amadísimo cargando la Cruz
5) Al ver como Crucificaban a Jesús
6) Al tener en sus brazos el cuerpo sin vida de su amado Hijo
7) Por la soledad en que se quedó al sepultar a su Divino Hijo
Modo de rezarlo:
En lugar del Padre Nuestro se dirá:
V. Oh Jesús, mira las lágrimas de quien tanto te amó en la tierra,
R. Y que te ama aún más ardientemente en el cielo.
En lugar del Ave María se dirá (7 veces):
V. Oh Jesús, oye nuestras oraciones.
R. Por las lagrimas de tu Santísima Madre la Virgen María
Para concluir se dirá 3 veces (invocaciones):
V. Oh Jesús, mira las lágrimas de quien tanto te amó en la tierra,
R. Y que te ama aún más ardientemente en el cielo
Oración final:
¡OH María , Madre del Amor, del dolor y de la compasión, te rogamos que unas nuestras oraciones con las tuyas, para que Jesús, tu Hijo Divino a Quien invocamos, oiga nuestras súplicas, en nombre de tus lagrimas Maternales, y nos conceda la Paz que tan ardiente buscamos, para que así podamos obtener la corona de la vida eterna. Amén.
Se rezan las Letanías
Ruega por nosotros Virgen Dolorosísima para que seamos dignos de alcanzar las promesas de tu Hijo Santísimo. Amén.
Devociones - El Santo Rosario
COMO REZAR EL ROSARIO
A-Se inicia con la señal de la Cruz, se presentan las intenciones del Rosario y se sigue con:
El CREDO
Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor. Fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo y nació de la Virgen Maria. Padeció bajo el poder de Poncio Pilatos. Fue crucificado, muerto y sepultado. Descendió a los infiernos. Al tercer día resucitó de entre los muertos. Subió a los cielos, y está sentado a la diestra de Dios Padre. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de los muertos, y la vida eterna. Amén.
-Abrid Señor nuestros labios para alabar y bendecir Vuestro Santo Nombre y el de La Purísima Virgen María, ilústranos de entendimiento, inflamad nuestra voluntad para que digna, atenta y devotamente recemos el Santo Rosario y merezcamos ser oídos bajo el acatamiento de Vuestra Divina Majestad. Por Nuestro Señor Jesucristo, Amen.
-Ven Espíritu Santo, llena los corazones de Tus fieles y enciende en ellos el fuego de Tu Amor. Envía Señor Tu Espíritu y todo será creado y se renovará la faz de la tierra.
V. Oremos: Oh Dios que por la Luz del Espíritu Santo instruiste los corazones de tus fieles, concédenos por el mismo Espíritu la verdadera Sabiduría y el Eterno Consuelo, por el mismo Cristo Nuestro Señor, Amén.
---- Rezar un Padre Nuestro, 3 Ave Marías y 1 Gloria
B- Mencionar uno a uno los misterios y meditarlos: En cada misterio rezar un Padre Nuestro, 10 Ave Marías y 1 Gloria, al terminar cada misterio se pueden repetir las siguientes Jaculatorias:
-Maria es Madre de Gracia, Madre de Misericordia, en al vida y en la muerte ampáranos gran Señora, no te olvides de nosotros en aquella última hora Virgen Santísima.
-Oh Mi Jesús, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del Infierno, lleva todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de Tu Misericordia. Amén
C- Al terminar el 5º Misterio: Rezar 1 Padre Nuestro, 1 Ave Maria y 1 Gloria por las intenciones y la salud del Santo Papa.
D-Continuar con:
1-Dios te salve Maria Santísima hija de Dios Padre, la mas poderosa Virgen Purísima alcánzanos Madre mía la virtud de la fe, Llena eres de Gracia El Señor es contigo, bendita Tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu Vientre Jesús Respuesta: Santa Maria madre de Dios… Amen.
2-Dios te salve Maria Santísima Madre de Dios Hijo, la mas sabia Virgen Purísima alcánzanos la Virtud de la Esperanza, Llena eres de Gracia El Señor es contigo, bendita Tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu Vientre Jesús Respuesta: Santa Maria madre de Dios… Amen.
3-Dios te salve Maria Santísima Esposa Purísima de Dios, Espíritu Santo, alcánzanos la Virtud de la Caridad, Llena eres de Gracia El Señor es contigo, bendita Tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu Vientre Jesús Respuesta: Santa Maria madre de Dios…. Amen.
E-ORACIONES FINALES:
-SALVE (Por la conversión de los pecadores). Dios te salve Reina y Madre de Misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve, a Ti llamamos los desterrados hijos de Eva, a Ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea pues Señora abogada nuestra, vuelve a nosotros esos Tus Ojos Misericordiosos y después de este destierro, muéstranos a Jesús, Fruto Bendito de Tu vientre. Oh Clemente, Oh Piadosa, Oh Dulce Virgen María, ruega por nosotros Santa Madre de Dios para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén
-Bajo tu amparo acógenos, Santa Madre de Dios, no desprecies nuestras suplicas que te hacemos en nuestras necesidades, antes bien líbranos de todo peligro, Virgen Gloriosa y Bendita. Amen.
-Dulce Madre, no te alejes, tu vista de mi no apartes, ven conmigo a todas partes y sol@ nunca me dejes, ya que me quieres tanto como verdadera Madre, haz que me bendiga el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén
F-PARA OBTENER INDULGENCIA PLENARIA HAY QUE REZAR EL ROSARIO FRENTE AL SANTISIMO HABIENDO RECIBIDO LA CONFESION Y LA COMUNIÓN O REZARLO EN FAMILIA. LA INDULGENCIA SE PUEDE RECLAMARA PARA UNO MISMO O CEDERLA RENUNCIANDO A ELLA PARA LA LIBERACIÓN DE UNA ALMA DEL PURGATORIO, COMO PERDÓN POR SUS PECADOS.
LAS LETANÍAS
Señor, ten piedad de nosotros R. Señor, ten piedad de nosotros
Cristo, ten piedad de nosotros R. Cristo, ten piedad de nosotros
Señor, ten piedad de nosotros R. Señor, ten piedad de nosotros
Cristo, óyenos R. Cristo óyenos
Cristo, escúchanos R. Cristo Escúchanos
Dios, Padre celestial, ten piedad de nosotros.
Dios, Hijo, Redentor del mundo, “”
Dios, Espíritu Santo, “”
Santísima Trinidad, un solo Dios, “”
Santa María, ruega por nosotros.
Santa Madre de Dios, “”
Santa Virgen de las Vírgenes, “”
Madre de Cristo, “”
Madre de la Iglesia,
Madre de la divina gracia,
Madre purísima,
Madre castísima,
Madre siempre virgen,
Madre inmaculada,
Madre amable,
Madre admirable,
Madre del buen consejo,
Madre del Creador,
Madre del Salvador,
Madre de misericordia,
Virgen prudentísima,
Virgen digna de veneración,
Virgen digna de alabanza,
Virgen poderosa,
Virgen clemente,
Virgen fiel,
Espejo de justicia,
Trono de la sabiduría,
Causa de nuestra alegría,
Vaso espiritual,
Vaso digno de honor,
Vaso de insigne devoción,
Rosa mística,
Torre de David,
Torre de marfil,
Casa de oro,
Arca de la Alianza,
Puerta del cielo,
Estrella de la mañana,
Salud de los enfermos,
Refugio de los pecadores,
Consoladora de los afligidos,
Auxilio de los cristianos,
Reina de los Ángeles,
Reina de los Patriarcas,
Reina de los Profetas,
Reina de los Apóstoles,
Reina de los Mártires,
Reina de los Confesores,
Reina de las Vírgenes,
Reina de todos los Santos,
Reina concebida sin pecado original,
Reina asunta a los Cielos,
Reina del Santísimo Rosario,
Reina de la familia,
Reina de la paz.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, R. ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, R. ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, R. danos la paz.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. Para que seamos dignos de las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Te rogamos nos concedas, Señor Dios nuestro, gozar de continua salud de alma y cuerpo, y por la gloriosa intercesión de la bienaventurada siempre Virgen María, vernos libres de las tristezas de la vida presente y disfrutar de las alegrías eternas. Por Cristo nuestro Señor Jesucristo. Amén
MISTERIOS DEL SANTISIMO ROSARIO, EL DIA QUE SE REZAN Y EL FRUTO DE CADA UNO:
Los Misterios Gozosos (lunes y sábados)
1- La Anunciación. (Lucas 1, 30-32, 38) HUMILDAD
“El ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios, vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. El será grande y será llamado Hijo del Altísimo (...). Dijo María: He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tú palabra.”
2- La Visitación (de María a su prima Santa Isabel). (Lucas 1, 39-43) AMOR AL PROJIMO
“En aquellos días, se levanto María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena del Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre; y ¿de donde a mí que la madre de mi Señor venga a visitarme?”
3- El Nacimiento de Jesús (Lucas 2, 6-11) LA POBREZA
“Y sucedió que, mientras ellos estaban allí se cumplieron los días del alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento. Había en la misma comarca algunos pastores (...) se les presentó el Ángel del Señor, (...)y les dijo: no temáis, pues os anuncio una gran alegría, (...) os ha nacido (...) un salvador.”
4- La Presentación (Lc 2, 22-25, 34-35) LA OBEDIENCIA
“Llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor, como está escrito en la Ley del Señor. (...) Y he aquí que había en Jerusalén un hombre llamado Simeón que esperaba la consolación de Israel; y estaba en él el Espíritu Santo. (...)Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: Éste está puesto para caída y elevación de muchos en Israel y para ser señal de contradicción- ¡y a ti misma una espada te traspasará el alma!- a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones.”
5- El Niño Perdido y Hallado en el Templo (Lc 2, 41-47) EL GOZO DE ENCONTRAR A JESUS
“Sus padres iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua. (...) Subieron ellos como de costumbre a la fiesta y, al volverse, pasados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo sus padres (...). Se volvieron a Jerusalén en su busca (...). Al cabo de tres días, le encontraron en el templo sentado en medio de los maestros, escuchándoles y preguntándoles; todos los que le oían, estaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas.”
Los Misterios Luminosos (jueves)
1- Su bautismo en el Jordán (Mt 3, 13, 16-17) LA MANSEDUMBRE
“Entonces aparece Jesús, que viene de Galilea al Jordán donde Juan, para ser bautizado por él (...). Salió luego del agua; y en esto se abrieron los cielos y vio al Espíritu de Dios que bajaba en forma de paloma y venía sobre él. Y una voz que salía de los cielos decía: Este es mi Hijo amado, en quien yo me complazco.”
2- Su autorrevelación en las bodas del Caná (Jn 2,1-5) LA INTERCESION DE MARIA
“Se celebraba una boda en Caná de Galilea y estaba allí la madre de Jesús. Fue invitado también a la boda Jesús con sus discípulos. Y, como faltara vino, porque se había acabado el vino de la boda, le dice a Jesús su madre: No tienen vino. Jesús le responde: ¿Qué tengo yo contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora. Dice su madre a los sirvientes: Haced lo que él os diga.”
3- Su Anuncio del Reino de Dios, invitando a la conversión (Mc 1, 15, 21; 2,3-11; Lc 7, 47-48) ARREPENTIMIENTO Y CONVERSION “Marchó Jesús a Galilea; y proclamaba la Buena Nueva de Dios: El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva (...). [Luego] llegan a Cafarnaúm (...) y le vienen a traer a un paralítico. (...) Al no poder presentárselo a causa de la multitud, abrieron el techo (...) y a través de la abertura que hicieron, descolgaron la camilla donde yacía el paralítico. Viendo Jesús la fe de ellos, dice al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados (...), a ti te digo, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.” (Lc 7, 47-48) Por eso te digo que quedan perdonados sus muchos pecados, porque ha mostrado mucho amor. A quien poco se le perdona, poco amor muestra.» Y le dijo a ella: «Tus pecados quedan perdonados.»
4- Su Transfiguración (Mt 17, 1-3, 5) LA CONTEMPLACION
“Seis días después, toma Jesús consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los lleva aparte, a un monte alto. Y se transfiguró delante de ellos: su rostro se puso brillante como el sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. En esto, se les aparecieron Moisés y Elías que conversaban con él. (...) [Y] una nube luminosa los cubrió con su sombra y de la nube salía una voz que decía: Este es mi Hijo amado, en quien me complazco; escuchadle."
5- Institución de la Eucaristía, expresión sacramental del misterio pascual.(Jn, 13, 1; Mt 26, 26-29) COMUNION CON CRISTO “Sabiendo Jesús, que había llegado su hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo”. Y “mientras estaban comiendo, tomó Jesús pan y lo bendijo, lo partió y, dándoselo a sus discípulos, dijo: Tomad, comed, éste es mi cuerpo. Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se la dio diciendo: bebed de ella todos, porque ésta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos para perdón de los pecados”.
Los Misterios Dolorosos (martes y viernes)
1- La Agonía en el Huerto (Lc 22, 39-46) EL DOLOR POR EL PECADO
“Va Jesús con ellos a una propiedad llamada Getsemaní, y dice a los discípulos: Sentaos aquí, mientras voy allá a orar. Y tomando consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a sentir tristeza y angustia. Y adelantándose un poco, cayó rostro en tierra,” y dijo: “Padre si quieres aparta de mí esta copa, pero no se haga mi voluntad sino la tuya. “Y sumido en agonía, insistía más en su oración. Su sudor se hizo como gotas espesas de sangre que caían en tierra” (Mt 26, 36-37; Lc 22, 41-44).
2- La Flagelación de Nuestro Señor Jesucristo (Jn 18, 33, 19;1) LA PUREZA
(Pilato) “volvió a salir donde los judíos y les dijo: Yo no encuentro ningún delito en él (...). ¿Queréis, pues, que os ponga en libertad al Rey de los judíos? Ellos volvieron a gritar diciendo: ¡A ése, no; a Barrabás! (...) Pilato entonces tomó a Jesús y mandó azotarle” .
3- La Coronación de Espinas (Mt 27, 29-30) LA FORTALEZA
Los soldados “trenzando una corona de espinas, se la pusieron sobre su cabeza, y en su mano derecha una caña; y doblando la rodilla delante de él, le hacían burla diciendo: ¡Salve, Rey de los judíos!; y después de escupirle, cogieron la caña y le golpeaban en la cabeza.”
4- Jesucristo, la cruz a cuestas y camino al Calvario. (Mt, 27, 31; Jn 19, 17; Mc 15, 21) LA PACIENCIA
“Cuando se hubieron burlado de él, le quitaron el manto, le pusieron sus ropas y le llevaron a crucificarle”. “Y él cargando con su cruz, salió hacia el lugar llamado Calvario”. “Y obligaron a uno que pasaba, a Simón de Cirene, (...) a que llevara su cruz.”
5- La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor (Lc 23, 33-34, 44-46; Jn 19, 33-35) LA PERSEVERANCIA
“Llegados al lugar llamado Calvario, le crucificaron. (...) Jesús decía: Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen (...). Era ya cerca de la hora sexta cuando, al eclipsarse el sol, hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora nona (...). Jesús, dando un fuerte grito, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu y, dicho esto, expiró.” “Como le vieron muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le traspasó el costado con una lanza y al instante salió sangre y agua.”
Los Misterios Gloriosos (miércoles y domingo)
1- La Resurrección del Señor (Mt 28, 5-6) LA FE
“El Ángel se dirigió a las mujeres y les dijo: Vosotras no temáis, pues sé que buscáis a Jesús, el Crucificado; no está aquí, ha resucitado, como lo había dicho. Venid, ved el lugar donde estaba. Y ahora id en seguida a decir a sus discípulos: Ha resucitado de entre los muertos”
2- La Ascensión (Lc 24, 50-51; Mc 16, 20) LA ESPERANZA
Jesús “los sacó hasta cerca de Betania y, alzando sus manos, los bendijo. Y sucedió que, mientras los bendecía se separó de ellos y fue llevado al cielo.” Después “salieron a predicar por todas partes, colaborando el Señor con ellos y confirmando la Palabra con las señales que la acompañaban.”
3- La Venida del Espíritu Santo en Pentecostés (Hch 1, 14; 2, 1-4) EL AMOR A DIOS
“Todos ellos perseveraban en la oración, con un mismo espíritu en compañía de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos. (...) Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar. De repente vino del cielo un ruido (...) que llenó toda la casa en la que se encontraban. Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos; quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse”
4- La Asunción de la Virgen Santísima (Ct 2, 10-11, 14) LA GRACIA DE UNA MUERTE FELIZ
“¡Levántate, amada mía, hermosa mía, y vente! Porque, mira, ha pasado ya el invierno, han cesado las lluvias y se han ido. (...) Muéstrame tu semblante, déjame oír tu voz; porque tu voz es dulce, y bello tu semblante.”
5 -La Coronación de la Virgen Santísima como Reina de Cielos y Tierra. (Sal. 45, 14-15; Ap 11, 19;12, 1) LA CONFIANZA EN MARÍA COMO REINA Y MADRE NUESTRA “Toda espléndida, la hija del rey, va adentro, con vestidos en oro recamados; con sus brocados es llevada ante el rey.” Y “una gran señal apareció en el cielo; una mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza.”
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BREVE HISTORIA DEL ROSARIO
El Rosario es una meditación de los Misterios de la Vida de Cristo, alternada con la recitación del Padrenuestro, Ave Marías y gloria. Este es, en sustancia, el Rosario de la Virgen María, predicado por Santo Domingo de Guzmán y los Frailes Dominicos.
SANTO DOMINGO DE GUZMÁN, nace en Caleruega (España) hacia 1170. De estudiante vende sus libros para ayudar a los pobres. Siempre hablaba con Dios o de Dios. Hombre de oración, estudio y predicación que por mediación de la Virgen María, funda la ORDEN DE PREDICADORES. Murió en Bolonia (Italia) el 6 de agosto de 1221. Y sus hijos los FRAILES DOMINICOS, estamos en el Santuario Mariano Nacional de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, desde 1636, predicando el Evangelio y la salvación de los hombres.
«La orden de Predicadores, junto con toda la Iglesia, celebra las maravillas obradas por Dios a favor de los hombres, en la contemplación devota de los misterios de la vida, Pasión, muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, con María su Madre, que es para nosotros ejemplo de meditación en las palabras de Cristo y de docilidad en la propia misión» (LCOn-67,ll).
Entre los Dominicos que han tenido gran influjo en la difusión de Rosario, se debe mencionar ante todo al venerable Alano de la Roche (1428 -1478) que definió su estructura y propagó su práctica. La estructura definitiva se la dio el Papa Dominico Pío V. Cfr. Introducción fiesta de la Virgen del Rosario (breviario Dominicano).
La fiesta de la Virgen del Rosario, fue instituida por el Papa Pío V, el 7 de Octubre de 1.571. Victoria atribuida a la Madre de Dios, invocada por la oración del Rosario.
Es digno de resaltar a los Papas León XIII, San Pío X, Pío XI, Pío XII, Juan XXIII, Pablo VI y Juan Pablo II, que por medio de exhortaciones y Encíclicas, han recomendado orar con el Santo Rosario.
El Papa Pío XII dijo: «Colombia, es jardín Mariano, entre cuyos santuarbs domina, como el sol entre las estrellas, Nuestra Señora de Chiquinquirá».
El Papa Pablo VI, escribió: «esta corona de oraciones es como un compendio excelente del evangelio, y por lo tanto, forma extraordinaria de la piedad de la Iglesia». (Exhort. Recurrens mensis. Oct. 7-101969).
El Papa Juan Pablo II, se ha caracterizado por su devoción personal a la Virgen y su confianza en el Santo Rosario. Él con cartas, discursos, la oración cada mes del Santo Rosario en Radio Vaticana y la visita a los Santuarios Marianos, han demostrado al mundo su amor incondicional a la Madre del Salvador, y Redentor del mundo. Y nos dice:
«El Rosario es mi oración preferida. Oración maravillosa en su sencillez y en su profundidad. En esta Oración repetimos muchas veces las palabras que la Virgen María escuchó de boca del Ángel y de su prima Isabel. A estas palabras se asocia toda la Iglesia
A-Se inicia con la señal de la Cruz, se presentan las intenciones del Rosario y se sigue con:
El CREDO
Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor. Fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo y nació de la Virgen Maria. Padeció bajo el poder de Poncio Pilatos. Fue crucificado, muerto y sepultado. Descendió a los infiernos. Al tercer día resucitó de entre los muertos. Subió a los cielos, y está sentado a la diestra de Dios Padre. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de los muertos, y la vida eterna. Amén.
-Abrid Señor nuestros labios para alabar y bendecir Vuestro Santo Nombre y el de La Purísima Virgen María, ilústranos de entendimiento, inflamad nuestra voluntad para que digna, atenta y devotamente recemos el Santo Rosario y merezcamos ser oídos bajo el acatamiento de Vuestra Divina Majestad. Por Nuestro Señor Jesucristo, Amen.
-Ven Espíritu Santo, llena los corazones de Tus fieles y enciende en ellos el fuego de Tu Amor. Envía Señor Tu Espíritu y todo será creado y se renovará la faz de la tierra.
V. Oremos: Oh Dios que por la Luz del Espíritu Santo instruiste los corazones de tus fieles, concédenos por el mismo Espíritu la verdadera Sabiduría y el Eterno Consuelo, por el mismo Cristo Nuestro Señor, Amén.
---- Rezar un Padre Nuestro, 3 Ave Marías y 1 Gloria
B- Mencionar uno a uno los misterios y meditarlos: En cada misterio rezar un Padre Nuestro, 10 Ave Marías y 1 Gloria, al terminar cada misterio se pueden repetir las siguientes Jaculatorias:
-Maria es Madre de Gracia, Madre de Misericordia, en al vida y en la muerte ampáranos gran Señora, no te olvides de nosotros en aquella última hora Virgen Santísima.
-Oh Mi Jesús, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del Infierno, lleva todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de Tu Misericordia. Amén
C- Al terminar el 5º Misterio: Rezar 1 Padre Nuestro, 1 Ave Maria y 1 Gloria por las intenciones y la salud del Santo Papa.
D-Continuar con:
1-Dios te salve Maria Santísima hija de Dios Padre, la mas poderosa Virgen Purísima alcánzanos Madre mía la virtud de la fe, Llena eres de Gracia El Señor es contigo, bendita Tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu Vientre Jesús Respuesta: Santa Maria madre de Dios… Amen.
2-Dios te salve Maria Santísima Madre de Dios Hijo, la mas sabia Virgen Purísima alcánzanos la Virtud de la Esperanza, Llena eres de Gracia El Señor es contigo, bendita Tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu Vientre Jesús Respuesta: Santa Maria madre de Dios… Amen.
3-Dios te salve Maria Santísima Esposa Purísima de Dios, Espíritu Santo, alcánzanos la Virtud de la Caridad, Llena eres de Gracia El Señor es contigo, bendita Tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu Vientre Jesús Respuesta: Santa Maria madre de Dios…. Amen.
E-ORACIONES FINALES:
-SALVE (Por la conversión de los pecadores). Dios te salve Reina y Madre de Misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve, a Ti llamamos los desterrados hijos de Eva, a Ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea pues Señora abogada nuestra, vuelve a nosotros esos Tus Ojos Misericordiosos y después de este destierro, muéstranos a Jesús, Fruto Bendito de Tu vientre. Oh Clemente, Oh Piadosa, Oh Dulce Virgen María, ruega por nosotros Santa Madre de Dios para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén
-Bajo tu amparo acógenos, Santa Madre de Dios, no desprecies nuestras suplicas que te hacemos en nuestras necesidades, antes bien líbranos de todo peligro, Virgen Gloriosa y Bendita. Amen.
-Dulce Madre, no te alejes, tu vista de mi no apartes, ven conmigo a todas partes y sol@ nunca me dejes, ya que me quieres tanto como verdadera Madre, haz que me bendiga el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén
F-PARA OBTENER INDULGENCIA PLENARIA HAY QUE REZAR EL ROSARIO FRENTE AL SANTISIMO HABIENDO RECIBIDO LA CONFESION Y LA COMUNIÓN O REZARLO EN FAMILIA. LA INDULGENCIA SE PUEDE RECLAMARA PARA UNO MISMO O CEDERLA RENUNCIANDO A ELLA PARA LA LIBERACIÓN DE UNA ALMA DEL PURGATORIO, COMO PERDÓN POR SUS PECADOS.
LAS LETANÍAS
Señor, ten piedad de nosotros R. Señor, ten piedad de nosotros
Cristo, ten piedad de nosotros R. Cristo, ten piedad de nosotros
Señor, ten piedad de nosotros R. Señor, ten piedad de nosotros
Cristo, óyenos R. Cristo óyenos
Cristo, escúchanos R. Cristo Escúchanos
Dios, Padre celestial, ten piedad de nosotros.
Dios, Hijo, Redentor del mundo, “”
Dios, Espíritu Santo, “”
Santísima Trinidad, un solo Dios, “”
Santa María, ruega por nosotros.
Santa Madre de Dios, “”
Santa Virgen de las Vírgenes, “”
Madre de Cristo, “”
Madre de la Iglesia,
Madre de la divina gracia,
Madre purísima,
Madre castísima,
Madre siempre virgen,
Madre inmaculada,
Madre amable,
Madre admirable,
Madre del buen consejo,
Madre del Creador,
Madre del Salvador,
Madre de misericordia,
Virgen prudentísima,
Virgen digna de veneración,
Virgen digna de alabanza,
Virgen poderosa,
Virgen clemente,
Virgen fiel,
Espejo de justicia,
Trono de la sabiduría,
Causa de nuestra alegría,
Vaso espiritual,
Vaso digno de honor,
Vaso de insigne devoción,
Rosa mística,
Torre de David,
Torre de marfil,
Casa de oro,
Arca de la Alianza,
Puerta del cielo,
Estrella de la mañana,
Salud de los enfermos,
Refugio de los pecadores,
Consoladora de los afligidos,
Auxilio de los cristianos,
Reina de los Ángeles,
Reina de los Patriarcas,
Reina de los Profetas,
Reina de los Apóstoles,
Reina de los Mártires,
Reina de los Confesores,
Reina de las Vírgenes,
Reina de todos los Santos,
Reina concebida sin pecado original,
Reina asunta a los Cielos,
Reina del Santísimo Rosario,
Reina de la familia,
Reina de la paz.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, R. ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, R. ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, R. danos la paz.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. Para que seamos dignos de las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Te rogamos nos concedas, Señor Dios nuestro, gozar de continua salud de alma y cuerpo, y por la gloriosa intercesión de la bienaventurada siempre Virgen María, vernos libres de las tristezas de la vida presente y disfrutar de las alegrías eternas. Por Cristo nuestro Señor Jesucristo. Amén
MISTERIOS DEL SANTISIMO ROSARIO, EL DIA QUE SE REZAN Y EL FRUTO DE CADA UNO:
Los Misterios Gozosos (lunes y sábados)
1- La Anunciación. (Lucas 1, 30-32, 38) HUMILDAD
“El ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios, vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. El será grande y será llamado Hijo del Altísimo (...). Dijo María: He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tú palabra.”
2- La Visitación (de María a su prima Santa Isabel). (Lucas 1, 39-43) AMOR AL PROJIMO
“En aquellos días, se levanto María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena del Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre; y ¿de donde a mí que la madre de mi Señor venga a visitarme?”
3- El Nacimiento de Jesús (Lucas 2, 6-11) LA POBREZA
“Y sucedió que, mientras ellos estaban allí se cumplieron los días del alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento. Había en la misma comarca algunos pastores (...) se les presentó el Ángel del Señor, (...)y les dijo: no temáis, pues os anuncio una gran alegría, (...) os ha nacido (...) un salvador.”
4- La Presentación (Lc 2, 22-25, 34-35) LA OBEDIENCIA
“Llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor, como está escrito en la Ley del Señor. (...) Y he aquí que había en Jerusalén un hombre llamado Simeón que esperaba la consolación de Israel; y estaba en él el Espíritu Santo. (...)Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: Éste está puesto para caída y elevación de muchos en Israel y para ser señal de contradicción- ¡y a ti misma una espada te traspasará el alma!- a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones.”
5- El Niño Perdido y Hallado en el Templo (Lc 2, 41-47) EL GOZO DE ENCONTRAR A JESUS
“Sus padres iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua. (...) Subieron ellos como de costumbre a la fiesta y, al volverse, pasados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo sus padres (...). Se volvieron a Jerusalén en su busca (...). Al cabo de tres días, le encontraron en el templo sentado en medio de los maestros, escuchándoles y preguntándoles; todos los que le oían, estaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas.”
Los Misterios Luminosos (jueves)
1- Su bautismo en el Jordán (Mt 3, 13, 16-17) LA MANSEDUMBRE
“Entonces aparece Jesús, que viene de Galilea al Jordán donde Juan, para ser bautizado por él (...). Salió luego del agua; y en esto se abrieron los cielos y vio al Espíritu de Dios que bajaba en forma de paloma y venía sobre él. Y una voz que salía de los cielos decía: Este es mi Hijo amado, en quien yo me complazco.”
2- Su autorrevelación en las bodas del Caná (Jn 2,1-5) LA INTERCESION DE MARIA
“Se celebraba una boda en Caná de Galilea y estaba allí la madre de Jesús. Fue invitado también a la boda Jesús con sus discípulos. Y, como faltara vino, porque se había acabado el vino de la boda, le dice a Jesús su madre: No tienen vino. Jesús le responde: ¿Qué tengo yo contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora. Dice su madre a los sirvientes: Haced lo que él os diga.”
3- Su Anuncio del Reino de Dios, invitando a la conversión (Mc 1, 15, 21; 2,3-11; Lc 7, 47-48) ARREPENTIMIENTO Y CONVERSION “Marchó Jesús a Galilea; y proclamaba la Buena Nueva de Dios: El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva (...). [Luego] llegan a Cafarnaúm (...) y le vienen a traer a un paralítico. (...) Al no poder presentárselo a causa de la multitud, abrieron el techo (...) y a través de la abertura que hicieron, descolgaron la camilla donde yacía el paralítico. Viendo Jesús la fe de ellos, dice al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados (...), a ti te digo, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.” (Lc 7, 47-48) Por eso te digo que quedan perdonados sus muchos pecados, porque ha mostrado mucho amor. A quien poco se le perdona, poco amor muestra.» Y le dijo a ella: «Tus pecados quedan perdonados.»
4- Su Transfiguración (Mt 17, 1-3, 5) LA CONTEMPLACION
“Seis días después, toma Jesús consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los lleva aparte, a un monte alto. Y se transfiguró delante de ellos: su rostro se puso brillante como el sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. En esto, se les aparecieron Moisés y Elías que conversaban con él. (...) [Y] una nube luminosa los cubrió con su sombra y de la nube salía una voz que decía: Este es mi Hijo amado, en quien me complazco; escuchadle."
5- Institución de la Eucaristía, expresión sacramental del misterio pascual.(Jn, 13, 1; Mt 26, 26-29) COMUNION CON CRISTO “Sabiendo Jesús, que había llegado su hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo”. Y “mientras estaban comiendo, tomó Jesús pan y lo bendijo, lo partió y, dándoselo a sus discípulos, dijo: Tomad, comed, éste es mi cuerpo. Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se la dio diciendo: bebed de ella todos, porque ésta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos para perdón de los pecados”.
Los Misterios Dolorosos (martes y viernes)
1- La Agonía en el Huerto (Lc 22, 39-46) EL DOLOR POR EL PECADO
“Va Jesús con ellos a una propiedad llamada Getsemaní, y dice a los discípulos: Sentaos aquí, mientras voy allá a orar. Y tomando consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a sentir tristeza y angustia. Y adelantándose un poco, cayó rostro en tierra,” y dijo: “Padre si quieres aparta de mí esta copa, pero no se haga mi voluntad sino la tuya. “Y sumido en agonía, insistía más en su oración. Su sudor se hizo como gotas espesas de sangre que caían en tierra” (Mt 26, 36-37; Lc 22, 41-44).
2- La Flagelación de Nuestro Señor Jesucristo (Jn 18, 33, 19;1) LA PUREZA
(Pilato) “volvió a salir donde los judíos y les dijo: Yo no encuentro ningún delito en él (...). ¿Queréis, pues, que os ponga en libertad al Rey de los judíos? Ellos volvieron a gritar diciendo: ¡A ése, no; a Barrabás! (...) Pilato entonces tomó a Jesús y mandó azotarle” .
3- La Coronación de Espinas (Mt 27, 29-30) LA FORTALEZA
Los soldados “trenzando una corona de espinas, se la pusieron sobre su cabeza, y en su mano derecha una caña; y doblando la rodilla delante de él, le hacían burla diciendo: ¡Salve, Rey de los judíos!; y después de escupirle, cogieron la caña y le golpeaban en la cabeza.”
4- Jesucristo, la cruz a cuestas y camino al Calvario. (Mt, 27, 31; Jn 19, 17; Mc 15, 21) LA PACIENCIA
“Cuando se hubieron burlado de él, le quitaron el manto, le pusieron sus ropas y le llevaron a crucificarle”. “Y él cargando con su cruz, salió hacia el lugar llamado Calvario”. “Y obligaron a uno que pasaba, a Simón de Cirene, (...) a que llevara su cruz.”
5- La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor (Lc 23, 33-34, 44-46; Jn 19, 33-35) LA PERSEVERANCIA
“Llegados al lugar llamado Calvario, le crucificaron. (...) Jesús decía: Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen (...). Era ya cerca de la hora sexta cuando, al eclipsarse el sol, hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora nona (...). Jesús, dando un fuerte grito, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu y, dicho esto, expiró.” “Como le vieron muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le traspasó el costado con una lanza y al instante salió sangre y agua.”
Los Misterios Gloriosos (miércoles y domingo)
1- La Resurrección del Señor (Mt 28, 5-6) LA FE
“El Ángel se dirigió a las mujeres y les dijo: Vosotras no temáis, pues sé que buscáis a Jesús, el Crucificado; no está aquí, ha resucitado, como lo había dicho. Venid, ved el lugar donde estaba. Y ahora id en seguida a decir a sus discípulos: Ha resucitado de entre los muertos”
2- La Ascensión (Lc 24, 50-51; Mc 16, 20) LA ESPERANZA
Jesús “los sacó hasta cerca de Betania y, alzando sus manos, los bendijo. Y sucedió que, mientras los bendecía se separó de ellos y fue llevado al cielo.” Después “salieron a predicar por todas partes, colaborando el Señor con ellos y confirmando la Palabra con las señales que la acompañaban.”
3- La Venida del Espíritu Santo en Pentecostés (Hch 1, 14; 2, 1-4) EL AMOR A DIOS
“Todos ellos perseveraban en la oración, con un mismo espíritu en compañía de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos. (...) Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar. De repente vino del cielo un ruido (...) que llenó toda la casa en la que se encontraban. Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos; quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse”
4- La Asunción de la Virgen Santísima (Ct 2, 10-11, 14) LA GRACIA DE UNA MUERTE FELIZ
“¡Levántate, amada mía, hermosa mía, y vente! Porque, mira, ha pasado ya el invierno, han cesado las lluvias y se han ido. (...) Muéstrame tu semblante, déjame oír tu voz; porque tu voz es dulce, y bello tu semblante.”
5 -La Coronación de la Virgen Santísima como Reina de Cielos y Tierra. (Sal. 45, 14-15; Ap 11, 19;12, 1) LA CONFIANZA EN MARÍA COMO REINA Y MADRE NUESTRA “Toda espléndida, la hija del rey, va adentro, con vestidos en oro recamados; con sus brocados es llevada ante el rey.” Y “una gran señal apareció en el cielo; una mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza.”
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BREVE HISTORIA DEL ROSARIO
El Rosario es una meditación de los Misterios de la Vida de Cristo, alternada con la recitación del Padrenuestro, Ave Marías y gloria. Este es, en sustancia, el Rosario de la Virgen María, predicado por Santo Domingo de Guzmán y los Frailes Dominicos.
SANTO DOMINGO DE GUZMÁN, nace en Caleruega (España) hacia 1170. De estudiante vende sus libros para ayudar a los pobres. Siempre hablaba con Dios o de Dios. Hombre de oración, estudio y predicación que por mediación de la Virgen María, funda la ORDEN DE PREDICADORES. Murió en Bolonia (Italia) el 6 de agosto de 1221. Y sus hijos los FRAILES DOMINICOS, estamos en el Santuario Mariano Nacional de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, desde 1636, predicando el Evangelio y la salvación de los hombres.
«La orden de Predicadores, junto con toda la Iglesia, celebra las maravillas obradas por Dios a favor de los hombres, en la contemplación devota de los misterios de la vida, Pasión, muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, con María su Madre, que es para nosotros ejemplo de meditación en las palabras de Cristo y de docilidad en la propia misión» (LCOn-67,ll).
Entre los Dominicos que han tenido gran influjo en la difusión de Rosario, se debe mencionar ante todo al venerable Alano de la Roche (1428 -1478) que definió su estructura y propagó su práctica. La estructura definitiva se la dio el Papa Dominico Pío V. Cfr. Introducción fiesta de la Virgen del Rosario (breviario Dominicano).
La fiesta de la Virgen del Rosario, fue instituida por el Papa Pío V, el 7 de Octubre de 1.571. Victoria atribuida a la Madre de Dios, invocada por la oración del Rosario.
Es digno de resaltar a los Papas León XIII, San Pío X, Pío XI, Pío XII, Juan XXIII, Pablo VI y Juan Pablo II, que por medio de exhortaciones y Encíclicas, han recomendado orar con el Santo Rosario.
El Papa Pío XII dijo: «Colombia, es jardín Mariano, entre cuyos santuarbs domina, como el sol entre las estrellas, Nuestra Señora de Chiquinquirá».
El Papa Pablo VI, escribió: «esta corona de oraciones es como un compendio excelente del evangelio, y por lo tanto, forma extraordinaria de la piedad de la Iglesia». (Exhort. Recurrens mensis. Oct. 7-101969).
El Papa Juan Pablo II, se ha caracterizado por su devoción personal a la Virgen y su confianza en el Santo Rosario. Él con cartas, discursos, la oración cada mes del Santo Rosario en Radio Vaticana y la visita a los Santuarios Marianos, han demostrado al mundo su amor incondicional a la Madre del Salvador, y Redentor del mundo. Y nos dice:
«El Rosario es mi oración preferida. Oración maravillosa en su sencillez y en su profundidad. En esta Oración repetimos muchas veces las palabras que la Virgen María escuchó de boca del Ángel y de su prima Isabel. A estas palabras se asocia toda la Iglesia
miércoles, 7 de abril de 2010
Testimonio de Conversión (Bienvenida al Blog)
Doy por inaugurado este Blog en el Nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo y de la Santísima Virgen María.
He decidido que la primera "entrada" sea mi testimonio de conversión, lo cuento para que quienes lo visiten puedan conocer un poco a quien les escribe y para que conozcan las motivaciones que me han llevado a iniciar este esfuerzo por difundir las Maravillas de Dios y de la Santa Iglesia Católica. Esta es solo una forma (de muchas que espero encontrar) para agradecer a Dios por salvarme de la muerte fisica y espiritual y por haberme puesto en el Camino estrecho que conduce a la Salvación. Todo cuando publique tiene la intención de agradecer los milagros, liberaciones y sanaciones que El ha hecho en mi vida y el fin que quisiera alcanzar es ayudar a quien necesite conocer a Dios. Espero que el contenido sea de utilidad para cada persona que lo escudriñe, me encantaría que cada visitante se lleve un poco de luz, una enseñanza o una práctica devocional que le ayude a crecer espiritualmente y a conocer muchos de los beneficios que Dios nos da.
Nací en un hogar Católico, soy el primogénito de tres hermanos. Desde pequeño fui un chico muy inquieto que a muy corta edad comenzó a mostrar cosas buenas pero que también sabía como meterse en problemas. A los ocho años ya me habían sorprendido fumando tabaco durante un recreo en el colegio.
Un 31 de octubre, aprovechando que mis padres no estaban en casa, cometí un error que marcaría tremendamente mi futuro. Teniendo aún 16 años, abrí una puerta que me metió en la peor de las cárceles, ese día probé por primera vez el alcohol y terminé con una tremenda borrachera. Al día siguiente creí que jamás volvería a beber, por el tremendo malestar que me causó la embriaguéz, pero lamentablemente no fué así.
Ese mismo año comencé a tomar cerveza de vez en cuando, me fumaba un par de cigarrillos de tabaco cada día y, a medio año, abrí una puerta más al pecado y probé la primera droga ilícita.
Una cosa lleva a la otra: Primero tabaco, luego alcohol, despues marihuana y los 18 años cocaína. Todo lo que había escuchado acerca de que "el alcohol es progresivo" y que "una droga lleva a otra más fuerte", resultó ser totalmente cierto, era la verdad. Que mal haber tenido que comprobarlo en carne propia, si hubiera puesto atención a esos consejos, no habría caído tan profundo.
Fué pasando el tiempo, abandoné la universidad pero ni se me ocurría la idea de abandonar la fiesta, luego conseguí un trabajo, el que me proveía el dinero necesario para pagar mis vicios y así los fuí practicando con mas frecuencia.
Durante más de 15 años le causé muchos desvelos, desilusiones y problemas a mis padres. Ellos trataban de convencerme de que dejara mi vida de fiesta, me aconsejaban siempre de que me acercara a Dios, de vez en cuando me castigaban, pero yo jamás los escuchaba; creía tener todo el derecho del mundo a divertirme y pensaba en que con mi forma de vivir la vida, no le hacía daño a nadie, en todo caso creía que el daño me lo hacía a mí mismo y eso parecía estar bien. Cuanta confusión puede meter el demonio en un joven que está lejos de Dios.
Comencé a jugar los corazones de muchas mujeres, poco a poco fuí volviendome el peor de los egoístas, mi fin era satisfacer mis apetitos y para ello no me importaba enamorarlas. Solo obtenía lo que buscaba y las dejaba como si nada. La pornografía se convirtió en otro vicio, yo creía que era imposible vivir sin sexo.
A los 22 años ya había dejado de asistir a Misa y casi había enterrado a Dios, solo lo llamaba cuando me enfrentaba a situaciones demasiado aterradoras. A los 25 años ya leía autores que atacaban a la Iglesia Católica y que hablaban muy mal de los Sacerdotes, del celibato, etc. etc.
A los 31 años conocí a una mujer con quien nos hicimos novios, para entonces yo consumía drogas, tabaco y bebía alcohol casi a diario. Mi carácter era insoportable y muy pronto comencé a tratar a todo el mundo con poca paciencia y sobre todo con poco amor, mi mente estaba tan sucia por tanto vicio que no podía pensar nada bueno. Mi cabeza era como un infierno, tenía pensamientos muy malos que duraban el día entero, tenía discusiones todos los días en el tráfico y parecía como si una nube de conflicto me siguiera sin despegarse de mi, los problemas me seguían a todo lugar. Me comportaba con todo el mundo de forma prepotente e hiriente, no desperdiciaba oportunidad para lastimar verbalmente a quien me fuera posible.
Mi salud también se estaba deteriorando, siempre me atacaban alergias, diarreas, infecciones y gripes; también había tenido algunos sustos mayores, mi corazón amenazaba por las noches con dejar de funcionar, recuerdo como tenía que ponerme de rodillas a la par de mi cama para pedirle a Dios que me permitiera amanecer y a cambio le ofrecía que jamás volvería a consumir drogas; eso lo decía únicamente mientras mi corazón manifestaba esas terribles arritmias y mientras me duraba el espanto; pero al día siguiente, cuando caía la tarde, ya olvidado el susto y las promesas que había hecho a Dios, volvía a lo mismo.
No se cómo, pero aún con todo eso, yo creía ser un buen tipo y estaba convencido de que era una persona de buen corazón y por eso siempre me vendía como un muchacho bueno. No hay peor ciego que el que no quiere ver!
La única persona que conocía la realidad de mi vida era mi novia, ella aguantó el carácter neurótico que las adicciones me habían conseguido, durante más de un año. Para la mitad de nuestro noviazgo comencé a manifestar algunos desordenes mentales como paranoias y un estado de neurosis que me hacía vivir en una zozobra constante, mi vida era un infierno tanto en mi interior como para los que tenía cerca.
Ese era yo cuando no habia sido Rescatado, el peor de los pecadores, el más hipócrita, el más mentiroso, el más vicioso, así era yo, un total fracaso!
Ahora pasemos al Rescate: Mi nueva vida comenzó un día en que tuve una discusión muy fuerte con mi novia y ella se fue de mi casa muy ofendida, triste, molesta, decepcionada, etc. etc. Unos minutos después de que ella se fuera, comencé a sentirme muy intranquilo, era la culpa, me sentía muy mal, terriblemente mal; comenzaba a considerar la posibilidad de que mi vida se había convertido en un caos total y apenas podía comenzar a verlo. Tuve que levantarme de mi cama, no podía seguir ahí, no me di cuenta a qué horas había tomado el auto, me dirigí a ponerme de rodillas a la Capilla de Adoración Eucarísitica en una Iglesia cercana a mi casa. Todo esto ocurrió en un Lunes Santo. Entré al Santísimo casi al medio día, hacía algo de calor y la luz penetraba extrañamente fuerte a través de los vitrales de colores, era la luz del sol que brillaba potentemente. Calculo que tenía como 7 años de no poner el pié en una Iglesia, quizás solo lo había hecho para asistir a un par bodas. De lo que si estoy seguro, es de que jamás (JAMÁS) había entrado a una Iglesia necesitado de ayuda, siempre creí que podía resolver mis cosas yo mismo, o siempre me había llevado alguien y yo había ido de mala gana.
Una de las cosas que me llaman la atención, es que ese día llegué a los pies de Jesús sin saber porque, podría haber ido a cualquier lado; yo era de todo menos un devoto; puedo decir con total seguridad de que no llegue a pedirle perdón a Dios por haber estado lejos; puedo decir también que llegue sin fe, entonces no tenía ni idea de que era la fe; lo que me había llevado ahí había sido una Fuerza más grande que yo. Recuerdo bien la oración que hice, lo que le pedí a Dios fue que "no permitiera que mi novia me abandonara", le rogué que me enseñara a amarla y le dije que si “algo” me debía quitar, que lo hiciera; pero en el fondo me refería a cualquier "algo" que no fueran mis vicios, esos hubiera querido conservarlos.
Lo verdaderamente sorprendente es que teniendo más de 15 años de ser un adicto y con casi dos años de consumir a diario, en los días siguientes al Lunes Santo (después de haberme puesto de rodillas ante el Santísimo), había perdido completamente el impulso que me llevaba a sumergirme en el vicio y ni yo ni cuenta que me daba. El Martes llegó a su fin y no había consumido nada, en lugar de eso había salido a buscar un Sacerdote que me confesara y no lo encontré, era la Semana Mayor y casi todos los Padres estaban ocupados. El Miércoles ocurrió lo mismo, otra vez no consumí nada, ni sentí ganas de hacerlo y una vez más no me dí cuenta; también me pasé el día entero buscando un confesor y una vez más no encontré. El Jueves Santo tuve un momento de iluminación y me sorprendí, porque no podía ser posible que yo estuviera sobrio por 3 días; solo entonces comencé a darme cuenta que el día que me puse de rodillas frente a Jesús Sacramentado había recibido un milagro, Jesús me había quitado de raíz tres terribles vicios en un segundo, me había sanado de mis adicciones sin que yo viera Ángeles ni nada, sin causarme calor; no me había sanado de una adicción, ni de dos, sino de todos mis vicios de una sola vez, me había evitado también los síntomas del síndrome de abstinencia y cualquier ansiedad de esas que me hacían buscar la droga a diario y con eso también me ahorraba la clínica de desintoxicación, el pago del terapeuta, los medicamentos y el tiempo de convalecencia. Ese Jueves Santo comencé a intuir que habían fuerzas extrañas trabajando para que no me confesara y me propuse no llegar a casa sin haber ganado esa batalla para Dios.
Después de buscar infructuosamente un confesor durante tres días y en varias Iglesias, entré a la Sacristía de una Iglesia donde habían 3 Sacerdotes, se veían ya cansados después de celebrar los oficios de ese día, pero no me importó y les dije en voz alta: "!Necesito confesarme!"; dos de ellos se escabulleron inmediatamente del lugar y cuando el tercero intentó hacer lo mismo, entonces le dije frente a todos los servidores que caminaban por todos lados: “!Padre! !Tengo por lo menos 7 años de no confesarme!” y el se dio inmediatamente la vuelta hacia mí y comenzó a confesarme ahí de pié, enfrente de muchas personas que escucharon las atrocidades que salían de mi boca.
Esa fué la primera Semana Santa que viví de forma santa y así logré pasar después de muchos años, mi primer cumpleaños sobrio, cabe mencionar que fué mi cumpleaños número 33 ¿Casualidad?, no lo creo.
Me arrodillé frente a Jesús un 18 de marzo de 2008, ahora El Señor me ha sanado de la neurosis que me llevaba a pelear a diario y a tratar a la gente con prepotencia; el infierno mental que vivía fué purificado por Dios; mi mala salud también se ha ido, antes tenía 3 enfermedades al mes y ahora he tenido solo una por año; ahora voy a Misa a diario y trato de confesarme a más tardar el día siguiente de haber cometido el pecado; ahora hago esfuerzos grandes por ser menos pecador; rezo algunas devociones como Rosarios y aparte de estos que menciono, el Señor ha venido haciéndome muchísimos milagros más en mi vida. Con la Fuerza que viene de Dios he logrado mantenerme en abstinencia sexual, tengo la bendición de pertenecer al Ministerio de Sanación de la Parroquia donde me congrego y puedo ver cada semana los Milagros que Dios hace en la vida de otros, voy al Santísimo una hora por lo menos 5 días a la semana, comulgo casi a diario encuentro el gozo en mi servicio, intentar ayudar a otros es lo mejor que me ha pasado. También ha venido dándome grandes promesas con las cuales me da esperanzas de vivir una vida cada día más santa.
Al final terminé perdiendo definitivamente a la que era mi novia, pero pronto entendí que dejarla en libertad era amarla y la dejé que se fuera, hoy rezo por ella con mucha frecuencia. Dios siempre escucha las oraciones, incluso aquellas que han sido hechas sin fe, El se toma nuestras súplicas más en serio de lo que nosotros mismos nos las tomamos. Ahora sé que aquella mujer fue la respuesta a las oraciones y a las lágrimas que mis padres presentaron a Dios durante muchísimos años. A esa mujer la considero un ángel enviado por Dios que llegó a sufrir a mi lado, nunca se quejó, como si supiera que era su misión. Ella cumplió su tarea, solo se fué cuando me dejó a los pies de Jesús que ella siguió su camino para ser feliz. Yo le pido yo a Dios que me deje conocer mi misión y que me de las Gracias necesarias para cumplirla con valentía. Mi madre oró por mí durante 15 años, sin desfallecer, siempre orando por mi conversión y al final Dios le concedió lo que ella pidió con perseverancia y fe.
He aceptado mi pasado, me he perdonado a mí mismo y he comprendido que hasta de lo malo Dios saca cosas buenas, mi vida es una vida nueva, soy un hombre nuevo, tengo una personalidad muchísmo mas moderada y aunque me falte mucho más para transparentar a Jesús, ya he sido moldeado bastante, ahora quiero continuar con mi proceso de santificación. Se que cuento con la bendición de Dios para ello.
Para la Gloria de Dios, he publicado este testimonio, el cual espero que le sirva a mas de uno. Dios les bendiga.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén! Bendita sea la Excelsa Madre de Dios, María Santísima.
Ricardo "Rescatado"
He decidido que la primera "entrada" sea mi testimonio de conversión, lo cuento para que quienes lo visiten puedan conocer un poco a quien les escribe y para que conozcan las motivaciones que me han llevado a iniciar este esfuerzo por difundir las Maravillas de Dios y de la Santa Iglesia Católica. Esta es solo una forma (de muchas que espero encontrar) para agradecer a Dios por salvarme de la muerte fisica y espiritual y por haberme puesto en el Camino estrecho que conduce a la Salvación. Todo cuando publique tiene la intención de agradecer los milagros, liberaciones y sanaciones que El ha hecho en mi vida y el fin que quisiera alcanzar es ayudar a quien necesite conocer a Dios. Espero que el contenido sea de utilidad para cada persona que lo escudriñe, me encantaría que cada visitante se lleve un poco de luz, una enseñanza o una práctica devocional que le ayude a crecer espiritualmente y a conocer muchos de los beneficios que Dios nos da.
Nací en un hogar Católico, soy el primogénito de tres hermanos. Desde pequeño fui un chico muy inquieto que a muy corta edad comenzó a mostrar cosas buenas pero que también sabía como meterse en problemas. A los ocho años ya me habían sorprendido fumando tabaco durante un recreo en el colegio.
Un 31 de octubre, aprovechando que mis padres no estaban en casa, cometí un error que marcaría tremendamente mi futuro. Teniendo aún 16 años, abrí una puerta que me metió en la peor de las cárceles, ese día probé por primera vez el alcohol y terminé con una tremenda borrachera. Al día siguiente creí que jamás volvería a beber, por el tremendo malestar que me causó la embriaguéz, pero lamentablemente no fué así.
Ese mismo año comencé a tomar cerveza de vez en cuando, me fumaba un par de cigarrillos de tabaco cada día y, a medio año, abrí una puerta más al pecado y probé la primera droga ilícita.
Una cosa lleva a la otra: Primero tabaco, luego alcohol, despues marihuana y los 18 años cocaína. Todo lo que había escuchado acerca de que "el alcohol es progresivo" y que "una droga lleva a otra más fuerte", resultó ser totalmente cierto, era la verdad. Que mal haber tenido que comprobarlo en carne propia, si hubiera puesto atención a esos consejos, no habría caído tan profundo.
Fué pasando el tiempo, abandoné la universidad pero ni se me ocurría la idea de abandonar la fiesta, luego conseguí un trabajo, el que me proveía el dinero necesario para pagar mis vicios y así los fuí practicando con mas frecuencia.
Durante más de 15 años le causé muchos desvelos, desilusiones y problemas a mis padres. Ellos trataban de convencerme de que dejara mi vida de fiesta, me aconsejaban siempre de que me acercara a Dios, de vez en cuando me castigaban, pero yo jamás los escuchaba; creía tener todo el derecho del mundo a divertirme y pensaba en que con mi forma de vivir la vida, no le hacía daño a nadie, en todo caso creía que el daño me lo hacía a mí mismo y eso parecía estar bien. Cuanta confusión puede meter el demonio en un joven que está lejos de Dios.
Comencé a jugar los corazones de muchas mujeres, poco a poco fuí volviendome el peor de los egoístas, mi fin era satisfacer mis apetitos y para ello no me importaba enamorarlas. Solo obtenía lo que buscaba y las dejaba como si nada. La pornografía se convirtió en otro vicio, yo creía que era imposible vivir sin sexo.
A los 22 años ya había dejado de asistir a Misa y casi había enterrado a Dios, solo lo llamaba cuando me enfrentaba a situaciones demasiado aterradoras. A los 25 años ya leía autores que atacaban a la Iglesia Católica y que hablaban muy mal de los Sacerdotes, del celibato, etc. etc.
A los 31 años conocí a una mujer con quien nos hicimos novios, para entonces yo consumía drogas, tabaco y bebía alcohol casi a diario. Mi carácter era insoportable y muy pronto comencé a tratar a todo el mundo con poca paciencia y sobre todo con poco amor, mi mente estaba tan sucia por tanto vicio que no podía pensar nada bueno. Mi cabeza era como un infierno, tenía pensamientos muy malos que duraban el día entero, tenía discusiones todos los días en el tráfico y parecía como si una nube de conflicto me siguiera sin despegarse de mi, los problemas me seguían a todo lugar. Me comportaba con todo el mundo de forma prepotente e hiriente, no desperdiciaba oportunidad para lastimar verbalmente a quien me fuera posible.
Mi salud también se estaba deteriorando, siempre me atacaban alergias, diarreas, infecciones y gripes; también había tenido algunos sustos mayores, mi corazón amenazaba por las noches con dejar de funcionar, recuerdo como tenía que ponerme de rodillas a la par de mi cama para pedirle a Dios que me permitiera amanecer y a cambio le ofrecía que jamás volvería a consumir drogas; eso lo decía únicamente mientras mi corazón manifestaba esas terribles arritmias y mientras me duraba el espanto; pero al día siguiente, cuando caía la tarde, ya olvidado el susto y las promesas que había hecho a Dios, volvía a lo mismo.
No se cómo, pero aún con todo eso, yo creía ser un buen tipo y estaba convencido de que era una persona de buen corazón y por eso siempre me vendía como un muchacho bueno. No hay peor ciego que el que no quiere ver!
La única persona que conocía la realidad de mi vida era mi novia, ella aguantó el carácter neurótico que las adicciones me habían conseguido, durante más de un año. Para la mitad de nuestro noviazgo comencé a manifestar algunos desordenes mentales como paranoias y un estado de neurosis que me hacía vivir en una zozobra constante, mi vida era un infierno tanto en mi interior como para los que tenía cerca.
Ese era yo cuando no habia sido Rescatado, el peor de los pecadores, el más hipócrita, el más mentiroso, el más vicioso, así era yo, un total fracaso!
Ahora pasemos al Rescate: Mi nueva vida comenzó un día en que tuve una discusión muy fuerte con mi novia y ella se fue de mi casa muy ofendida, triste, molesta, decepcionada, etc. etc. Unos minutos después de que ella se fuera, comencé a sentirme muy intranquilo, era la culpa, me sentía muy mal, terriblemente mal; comenzaba a considerar la posibilidad de que mi vida se había convertido en un caos total y apenas podía comenzar a verlo. Tuve que levantarme de mi cama, no podía seguir ahí, no me di cuenta a qué horas había tomado el auto, me dirigí a ponerme de rodillas a la Capilla de Adoración Eucarísitica en una Iglesia cercana a mi casa. Todo esto ocurrió en un Lunes Santo. Entré al Santísimo casi al medio día, hacía algo de calor y la luz penetraba extrañamente fuerte a través de los vitrales de colores, era la luz del sol que brillaba potentemente. Calculo que tenía como 7 años de no poner el pié en una Iglesia, quizás solo lo había hecho para asistir a un par bodas. De lo que si estoy seguro, es de que jamás (JAMÁS) había entrado a una Iglesia necesitado de ayuda, siempre creí que podía resolver mis cosas yo mismo, o siempre me había llevado alguien y yo había ido de mala gana.
Una de las cosas que me llaman la atención, es que ese día llegué a los pies de Jesús sin saber porque, podría haber ido a cualquier lado; yo era de todo menos un devoto; puedo decir con total seguridad de que no llegue a pedirle perdón a Dios por haber estado lejos; puedo decir también que llegue sin fe, entonces no tenía ni idea de que era la fe; lo que me había llevado ahí había sido una Fuerza más grande que yo. Recuerdo bien la oración que hice, lo que le pedí a Dios fue que "no permitiera que mi novia me abandonara", le rogué que me enseñara a amarla y le dije que si “algo” me debía quitar, que lo hiciera; pero en el fondo me refería a cualquier "algo" que no fueran mis vicios, esos hubiera querido conservarlos.
Lo verdaderamente sorprendente es que teniendo más de 15 años de ser un adicto y con casi dos años de consumir a diario, en los días siguientes al Lunes Santo (después de haberme puesto de rodillas ante el Santísimo), había perdido completamente el impulso que me llevaba a sumergirme en el vicio y ni yo ni cuenta que me daba. El Martes llegó a su fin y no había consumido nada, en lugar de eso había salido a buscar un Sacerdote que me confesara y no lo encontré, era la Semana Mayor y casi todos los Padres estaban ocupados. El Miércoles ocurrió lo mismo, otra vez no consumí nada, ni sentí ganas de hacerlo y una vez más no me dí cuenta; también me pasé el día entero buscando un confesor y una vez más no encontré. El Jueves Santo tuve un momento de iluminación y me sorprendí, porque no podía ser posible que yo estuviera sobrio por 3 días; solo entonces comencé a darme cuenta que el día que me puse de rodillas frente a Jesús Sacramentado había recibido un milagro, Jesús me había quitado de raíz tres terribles vicios en un segundo, me había sanado de mis adicciones sin que yo viera Ángeles ni nada, sin causarme calor; no me había sanado de una adicción, ni de dos, sino de todos mis vicios de una sola vez, me había evitado también los síntomas del síndrome de abstinencia y cualquier ansiedad de esas que me hacían buscar la droga a diario y con eso también me ahorraba la clínica de desintoxicación, el pago del terapeuta, los medicamentos y el tiempo de convalecencia. Ese Jueves Santo comencé a intuir que habían fuerzas extrañas trabajando para que no me confesara y me propuse no llegar a casa sin haber ganado esa batalla para Dios.
Después de buscar infructuosamente un confesor durante tres días y en varias Iglesias, entré a la Sacristía de una Iglesia donde habían 3 Sacerdotes, se veían ya cansados después de celebrar los oficios de ese día, pero no me importó y les dije en voz alta: "!Necesito confesarme!"; dos de ellos se escabulleron inmediatamente del lugar y cuando el tercero intentó hacer lo mismo, entonces le dije frente a todos los servidores que caminaban por todos lados: “!Padre! !Tengo por lo menos 7 años de no confesarme!” y el se dio inmediatamente la vuelta hacia mí y comenzó a confesarme ahí de pié, enfrente de muchas personas que escucharon las atrocidades que salían de mi boca.
Esa fué la primera Semana Santa que viví de forma santa y así logré pasar después de muchos años, mi primer cumpleaños sobrio, cabe mencionar que fué mi cumpleaños número 33 ¿Casualidad?, no lo creo.
Me arrodillé frente a Jesús un 18 de marzo de 2008, ahora El Señor me ha sanado de la neurosis que me llevaba a pelear a diario y a tratar a la gente con prepotencia; el infierno mental que vivía fué purificado por Dios; mi mala salud también se ha ido, antes tenía 3 enfermedades al mes y ahora he tenido solo una por año; ahora voy a Misa a diario y trato de confesarme a más tardar el día siguiente de haber cometido el pecado; ahora hago esfuerzos grandes por ser menos pecador; rezo algunas devociones como Rosarios y aparte de estos que menciono, el Señor ha venido haciéndome muchísimos milagros más en mi vida. Con la Fuerza que viene de Dios he logrado mantenerme en abstinencia sexual, tengo la bendición de pertenecer al Ministerio de Sanación de la Parroquia donde me congrego y puedo ver cada semana los Milagros que Dios hace en la vida de otros, voy al Santísimo una hora por lo menos 5 días a la semana, comulgo casi a diario encuentro el gozo en mi servicio, intentar ayudar a otros es lo mejor que me ha pasado. También ha venido dándome grandes promesas con las cuales me da esperanzas de vivir una vida cada día más santa.
Al final terminé perdiendo definitivamente a la que era mi novia, pero pronto entendí que dejarla en libertad era amarla y la dejé que se fuera, hoy rezo por ella con mucha frecuencia. Dios siempre escucha las oraciones, incluso aquellas que han sido hechas sin fe, El se toma nuestras súplicas más en serio de lo que nosotros mismos nos las tomamos. Ahora sé que aquella mujer fue la respuesta a las oraciones y a las lágrimas que mis padres presentaron a Dios durante muchísimos años. A esa mujer la considero un ángel enviado por Dios que llegó a sufrir a mi lado, nunca se quejó, como si supiera que era su misión. Ella cumplió su tarea, solo se fué cuando me dejó a los pies de Jesús que ella siguió su camino para ser feliz. Yo le pido yo a Dios que me deje conocer mi misión y que me de las Gracias necesarias para cumplirla con valentía. Mi madre oró por mí durante 15 años, sin desfallecer, siempre orando por mi conversión y al final Dios le concedió lo que ella pidió con perseverancia y fe.
He aceptado mi pasado, me he perdonado a mí mismo y he comprendido que hasta de lo malo Dios saca cosas buenas, mi vida es una vida nueva, soy un hombre nuevo, tengo una personalidad muchísmo mas moderada y aunque me falte mucho más para transparentar a Jesús, ya he sido moldeado bastante, ahora quiero continuar con mi proceso de santificación. Se que cuento con la bendición de Dios para ello.
Para la Gloria de Dios, he publicado este testimonio, el cual espero que le sirva a mas de uno. Dios les bendiga.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén! Bendita sea la Excelsa Madre de Dios, María Santísima.
Ricardo "Rescatado"
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